miércoles, 31 de diciembre de 2008

¿Quién teme el acuerdo?


En la recta final de la negociación del sistema de financiación autonómica, surgen los miedos de aquéllos que hicieron del desacuerdo su estrategia. Y con ellas, las gesticulaciones exageradas y las argumentaciones irracionales de los nacionalistas catalanes y españoles, CiU y PP.

No es que todo esté resuelto, todavía queda un tiempo y un proceso hasta alcanzar el acuerdo. No obstante, parece evidente que el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, haya reconocido que la propuesta de nuevo modelo del sistema de financiación autonómica responde al impulso de las propuestas catalanas, permite dibujar un escenario más positivo que hasta ahora, a pesar de eso CiU lo valora como negativo, porque no es singular

Ninguna de las dos cosas no es nueva, ni el impulso catalán, ni la generalización del modelo. El modelo autonómico español - no solo el sistema de financiación - siempre ha tomado como referencia y objetivo las necesidades, reivindicaciones y soluciones generadas a Cataluña.

La inteligencia política siempre aconsejó que las propuestas catalanas fueran generalizables en el resto de autonomías de régimen común para que fueran posibles. Para alcanzar lo que se buscaba no era un problema que el resto también lo pudiera alcanzar, si lo quería, más bien al contrario.

Así lo entendió y lo practicó CiU cuándo gobernaba. Así lo intentó practicar Artur Mas, cuando creía que gobernaría, al sumarse a un Estatuto que contiene un modelo de financiación generalizable. Si ahora no lo hace, es porque no gobierna.

Apostó por el fracaso de las negociaciones, creyéndolo un atajo para volver al Gobierno, en lugar de rentabilizar su aportación al Estatuto. Optó por vertebrar la frustración, el enfado y el fracaso colectivo, en lugar de encabezar las soluciones. Y ahora teme que haya acuerdo.

Si finalmente los esfuerzos del Presidente Montilla por alcanzar una financiación justa fructifican, CiU perderá uno de los dos pilares sobre los que ha hecho descansar su oposición, y entonces ya sólo le quedará confiarse a una sentencia profundamente negativa del Constitucional sobre el Estatuto.

En eso también, coincide con el PP

Ni la crisis económica le sirve, porque fruto de su obsesión identitaria, ni tan solo se ha preocupado por formular propuestas que sirvan y atiendan las necesidades económicas y sociales de las personas, empresas y territorios que conforman Cataluña. ¿Alguien recuerda una propuesta mínimamente sería y potente de CiU para hacer frente a la crisis?.

Por contra y desde el principio, el Presidente Montilla asumió que nos encontrábamos ante una grave situación de crisis económica, que requería toda la atención del Gobierno que preside para no dejar solas a las personas que viven en Cataluña. Así lo ha hecho.

Sin hacer falsas promesas, señalando su gravedad, llamando al esfuerzo inteligente y la solidaridad para salir, dando la cara, yendo hasta donde sea necesario para encontrar salidas posibles, predicando con el ejemplo de la austeridad y destinando el máximo de recursos públicos a dos objetivos: activar la economía productiva y atender a las personas, ha articulado una respuesta a la difícil situación que vivimos.

Con estas mismas herramientas es con las que está liderando la negociación de la financiación, por eso es fácil pensar que también nos saldremos en este tema.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Yo café, tú achicoria


"Yo café, tú achicoria", éste parece ser el posicionamiento de todos aquéllos que hablan desde fuera del proceso de financiación autonómica.

Ni a CiU, ni al PP, que se dedicaron a criminalizar el Estatuto en toda España, no les cabe en la cabeza que sea posible alcanzar un acuerdo partiendo de lo que se buscaba con él, recuperar la equidad perdida y no privilegios.

Como siempre los inefables "profetas" de CiU, ya pronosticaron antes de la reunión de los presidentes gobiernos de España y Cataluña, Zapatero y Montilla, que "Montilla se doblegará ante los criterios del PSOE y acordará el café para todos".

¡Ni una!!, cómo dice el chiste: ¡"no han acertado ni una!" de sus profecías.


. Todavía no se ha alcanzado un acuerdo, aunque se está más cerca.
. El Presidente ha dejado claro que la condición para alcanzarlo es que se cumpla el modelo de financiación que prevé el Estatuto.

O lo que se lo mismo, que trabaja, y trabajará, hasta el final para alcanzar el acuerdo, no para levantarse. Y que este acuerdo de financiación tiene que suponer: el cálculo de recursos partiendo de la población real, más participación en los impuestos que pagan los ciudadanos (IVA, IRPF, etc..) y que los servicios básicos (salud, educación y servicios sociales) sean iguales para todos los españoles.

El Presidente Montilla, como no puede ser de otra manera por el lugar que ocupa y la responsabilidad que le han conferido los ciudadanos, defiende un acuerdo justo para con las personas que representa y con sus necesidades.

Eso es compatible con un acuerdo que, como siempre, puede ser generalizable en el resto de comunidades autónomas de régimen común, si éstas lo quieren. Y parece que la mayoría sí lo aceptan. Ésta es la manera de hacer compatible la bilateralidad y la multilateralidad que tan nerviosos pone a los nacionalistas españoles y catalanes, por razones contrapuestas.

Y así vemos cómo el PP pone el grito en el cielo, aunque el método sea el que practicaron cuando gobernaban y CiU se rasga las vestiduras porque se reproduce lo que protagonizaron durante 23 años.

El viejo sonsonete del "café para todos", para intentar desprestigiar el resultados de la reforma del proceso de negociación del sistema de financiación autonómica esconde la inconfesable idea del "yo café y el resto achicoria" (conocido sucedáneo del café).

Artur Mas no puede aceptar que el resto asuma lo que Cataluña acordó con el Estado en el Estatuto, porque entonces ya no es bueno. Él no busca lo que es bueno para Cataluña, sino la diferencia o la imposición en el resto.

Y el PP tampoco, porque si no reconocería que su contribución a la generación de un clima hostil en Cataluña fue una actitud irresponsable y equivocada, y que sí existe otra forma de atender las diferentes posiciones.

Por este camino, ni se rompe España, ni nos vamos, se continúa construyendo un país cada vez más federal. Y ahí es donde les duele. Por eso llevan tan mal que los otros presidentes autonómicos se reúnan con Zapatero.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Una buena señal


Bien!!!! Muy bien!!!

El Parlamento Europeo ha rechazado por mayoría absoluta la prolongación de la jornada máxima a las 65 horas, que contemplaba la directiva sobre el tiempo de trabajo.

Una decisión como esta ayuda a mantener la confianza con las instituciones europeas. Y ESO ES MUY IMPORTANTE.

Porque, ahora más que nunca, nos hace falta más Europa y no menos.

Con decisiones como ésta sus instituciones se acercan a sus ciudadanos, a lo que quieren y necesitan, que la construcción de Europa se haga sin perder al modelo social y económico que la caracteriza.

Esta directiva era un torpedo en la línea de flotación de la negociación colectiva, entendida como el mecanismo para gestionar de forma racional el conflicto social, las diferencias de intereses. Éste era el mayor riesgo que suponía, pues, permitía aplicar la ampliación de la jornada por encima de los convenios si individualmente un trabajador lo aceptaba

La individualización de las condiciones laborales que la impulsaba era hija y extensión de los ánimos liberalizadores y desreguladores que nos han llevado hasta la situación de crisis financiera que hoy está afectando a la economía real.

Lo más curioso del tema se que todos éste gurús del liberalismo, que no de la libertad, que ahora exigen intervencionismo público para que los salven del agujero que han construido, cuando se trata de las relaciones laborales no han cambiado su discurso, siguen defendido que la mejor regulación es la que no se hace, aunque la que haya esté hecha por las partes.

Son intervencionistas para prohibir la libertad colectiva de acordar.

¿Como si fuera posible que nos saliéramos del agujero sin que haya una acción acordada entre empresarios y trabajadores para aplicar aquello que se pacte? ¿Alguien cree que sin pacto será posible imponer alguna medida?

Si se hubiera dinamitado el papel y la función de la negociación colectiva, como se pretendía, en nombre de la libertad individual para aceptar unas peores condiciones laborales, ¿Quién sería capaz de generar certezas?.

Teníamos un riesgo y lo hemos superado. Muy bien, ahora conviene continuar trabajando para que la Europa política continúe transformándose en lo que necesitan sus ciudadanos: una estructura política, democrática y global, que participe en la gobernación de un mundo globalizado, con la sensibilidad social de poner la economía al servicio de las personas y no al revés.

Siguiendo el guión


El PSC ha decidido evitar el veto a los presupuestos generales del Estado (PGE). No podía ser de ninguna otra manera, no ha estado ninguna sorpresa, ha seguido el guión.

Hace meses que estaba escrito y se ha desarrollado de forma inexorable. Todos los partidos catalanes, CiU, ERC, PP e ICV se opusieron desde el principio al proyecto de presupuestos. Todos excepto el PSC, claro.

Desde el principio se dibujaron las estrategias con claridad. En un primer momento la oposición a los presupuestos se presentaba como el mecanismo para conseguir que el PSOE pactara con cada uno de ellos, sólo hay que recordar las declaraciones (imprecaciones) de Duran Lleida. Después mantuvieron la posición para ganar puntos aquí, en Cataluña, no para que ganes Cataluña, como decían.

Era un juego político que salía gratis porque no tenía consecuencias prácticas, pues una vez que el PSOE alcanzó un acuerdo con los nacionalistas vascos y gallegos y sabiendo que con el apoyo de los 25 diputados del PSC se aseguraba la mayoría necesaria para aprobar los presupuestos, lo fundamental estaba asegurado. Es decir, se evitaba la prorroga presupuestaría y se conseguía la financiación de las medidas anticrisis económica y los 4.626 millones de euros para las inversiones en Cataluña, que da cumplimiento a la adicional tercera del Estatuto, no peligraban.

El máximo esperpento llegó con el veto de ERC en el Senado. Si prosperaba hacía inútiles todas las mejoras que habían pactado previamente, pero en lugar de retirarlo y "para que no dijeran" ... lo sometió a votación. A pesar de que intentaron que no saliera, prosperó gracias al apoyo que le dio el PP.

Fue una votación contradictoria, pero útil. Contradictoria porque mientras votaba con ERC le recriminaba duramente los equivocados excesos verbales de Joan Tardá.

Y útil, para ellos, porque con el veto colocaba a los socialistas catalanes ante un duro dilema. Si decidían no apoyar los presupuestos, se fomentaría el peor escenario posible, crecería la inestabilidad política en unos tiempos de crisis económica y se perderían las inversiones que Cataluña precisa. Y además la pérdida de una mayoría al Congreso favorecería una carambola inesperada que podría acabar en una crisis del Gobierno Zapatero y elecciones anticipadas.

Y si los apoyaba, entonces se presentaría su posición como contraria a Cataluña y de sumisión.

Ha pasado lo previsible, el PSC se ha decantado por evitar el peor escenario y ejercer otra vez la responsabilidad en solitario y dar su apoyo a los presupuestos. El resto, siguiendo el guión, le critica por eso. Ahora sólo queda por ver qué actitud premia la ciudadanía, si la responsabilidad o el efectismo estéril.

En todo caso ejercer la responsabilidad, no siempre es fácil y más cuando se está a la espera de alcanzar, en breve, un acuerdo justo sobre la financiación y no todas las actitudes de los interlocutores ayudan a prever un final, en tiempo y forma. Por eso no es de extrañar que al tiempo que se trabaja para el acuerdo y se da un nuevo voto de confianza, se mantenga una actitud de firmeza y exigencia para asegurar que llegaremos a buen puerto.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Pensar con libertad


"Nos permitió hablar y pensar con libertad", éste frase me parece perfecta para definir la democracia y lo que supuso su recuperación con la Constitución Española. No es la síntesis final de la elucubración de un reconocido pensador, filósofo o político sino la expresión del sentimiento de una persona. De profesión: pastor de ovejas.

Es verdad, eso es la democracia, la creación de una sociedad donde sus miembros no sólo tengan derecho a hablar con libertad, sino, y lo que es más importante, a pensar con libertad.

Sí, no he invertido los términos. Habitualmente, identificamos la democracia con la libertad de expresión y hemos sobreentendido que nuestra mente y su producto, el pensamiento, estaban a resguardo de aquéllos que querían controlarlo todo, imponiéndonos su brutal simplificación mediante la fuerza de las instituciones que controlaban o de las armas.

Con su claridad, este pastor, me hizo pensar que realmente la libertad no se alcanza hasta que uno no tiene la sensación de que puede pensar con libertad y que no existe otra limitación más que aquélla - que todo el mundo debemos asumir – de no limitar la libertad de los otros.

La libertad de expresión se puede garantizar formalmente, pero la de pensamiento es mucho más íntima y personal, por eso es mucho más difícil de alcanzar, consolidar y respetar. Es una flor delicada que necesita de un entorno favorable para surgir con toda su fuerza y reactividad. Necesita, para arraigar y crecer, un clima de respeto hacia las personas, sus ideas y su pacífica defensa, y la estropean todos los miedos, la censura y la autocensura que crece en los entornos de presión y opresión.

Sentirse libre, genera libertad, y sentirse limitado, la cercena. Por eso, desde siempre, el género humano ha querido superar sus limitaciones, incluidas las barreras físicas que configuran la orografía del lugar donde viven o nacieron. Las vías de comunicación físicas, por tierra (viarias o ferroviarias), mar y aire son los puentes por los que circulan las personas, al unísono, con las ideas que portan en su interior. Ahora, habría que añadirle las vías telemáticas.

Aquéllos que no creen en la libertad siempre se han opuesto a la libre circulación de personas e ideas, conscientes que cuando se abre una carretera, una autopista, un ferrocarril, un tren de alta velocidad, una ruta aérea o una conexión en la red, se abre una gran conducción por la que entra un aire fresco, renovador de todo aquello que ellos querrían cerrado y estancado hasta la putrefacción total.

Quizás ese pastor no era consciente, o quizás sí, pero con su frase daba las claves para entender que intentaba matar a ETA, cuando asesinaba al constructor Ignacio Uria. Quería matar la posibilidad de que se piense con libertad.

¡¡No los dejemos que salgan con la suya!!!

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Decantar la balanza


El mapa político catalán no se mueve, o al menos eso parecería desprenderse de las encuestas que públicas o privadas.

En el ecuador de la legislatura continúa el equilibrio entre las dos de tendencias mayoritarias, las de centroderecha y la de las izquierdas catalanas, que ha caracterizado las tres últimas legislaturas. Y que han liderado CiU y el PSC, respectivamente.

El inmovilismo de ese mapa político no es el resultado de la falta de actividad. Es la resultante de una similitud entre las fuerzas contrapuestas, que todavía no ha decantado la balanza con claridad hacia una opción.

En estos momentos las dificultades a superar son más que evidentes, tanto en lo político, con la negociación del sistema de financiación, como en la económico y social, con la crisis y sus consecuencias.

Sin duda, esos son los temas fundamentales, junto con la sentencia que acabe emitiendo el Tribunal Constitucional en relación con el Estatuto de Autonomía de Catalunya, que condicionaran la segunda parte de la legislatura. La forma como los aborden y conduzcan gobierno y oposición decantaran la balanza de la próxima confrontación electoral.

Y ahí es donde las encuestas y la observación de la realidad reflejan diferencias substanciales entre unos y otros.

Por un lado, el President Montilla aparece como muy consolidado. Prometió y se comprometió a dar estabilidad al Gobierno y a gobernar con seriedad, rigor y atención hacia las personas, y lo ha conseguido.

Dos años al frente del ejecutivo catalán le han reportado prestigio y confianza entre la gente y los sectores sociales y económicos del país, porque le han visto como un presidente que no esconde, ni se esconde de los problemas, que da la cara, que de forma incansable y serena busca soluciones.

Y frente a él, un líder de la oposición al que sus colaboradores más próximos, su pinyol, lo empujan continuamente a radicalizar más su discurso.

La estrategia de intentar sacar partido de los problemas económicos, en lugar de proponer soluciones u oponerse a la oferta de apoyar una respuesta de unidad civil si el Estatut fuera cercenado drásticamente, y sustituirlo por el soporte a un problemático referéndum, aparte de ser un error puede deteriorar sus expectativas. Hasta el President Pujol ha tenido que recordárselo.

No obstante, son libres de equivocarse cuanto quieran, porque, finalmente, será la gente y la percepción que tengan de cada actitud la que decantara la balanza.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Salir del túnel


La única certitud cuando uno se encuentra dentro de un túnel es que hay una salida. Como mínimo hay una, aquella por la que se ha entrado.

Pero que haya UNA salida, no significa que esa sea LA salida.

Si el símil del túnel lo aplicamos a la difícil situación económica en la que estamos, fácilmente concluiremos que ni retroceder al pasado - hacia la salida conocida -, ni resignarnos a vivir en él, son opciones aceptables social o económicamente. La solución es marchar hacia adelante.

Salir del túnel implica determinación, dirección y confianza.
- Determinación para afrontar las adversidades, avanzando y no ensimismándonos en la perplejidad, la queja estéril o la quimera imposible,
-Dirección para fijar los objetivos que podemos y necesitamos alcanzar y
-Confianza en nuestras propias fuerzas y capacidades.
Eso fue lo que planteó el Presidente Montilla, en su conferencia con motivo del balance de los dos años de su gobierno.

En ningún momento negó la gravedad de la situación. Reconocer un problema es la primera condición para superarlo, la segunda es el trabajo esforzado e inteligente. Por eso, y parafraseando a Picasso, afirmó: “Por grandes que sean los problema, más vale que siempre nos cojan trabajando”.

Siguiendo su peculiar estilo de normalizar lo épico, asumió la responsabilidad de liderar las medidas a corto, en su gran mayoría paliativas, y las opciones estratégicas que nos permitirán salir del túnel cohesionados socialmente y más preparados económicamente.

Como no es lo que “se lleva últimamente”, es de agradecer su sinceridad. Sobretodo cuando dice que sólo con trabajo, tenacidad, rigor, creatividad, ambición, y unidad, saldremos del túnel. A esa tarea fue a la que llamó a la sociedad y a las fuerzas sociales, económicas, culturales y políticas.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

¿Aprovechar o aprovecharse?


Ante los problemas y las crisis económicas, hay dos tipos de personas: aquellas que las aprovechan y aquellas que se aprovechan de ellas. Poniendo un ejemplo quizás se entienden mejor las diferencias.

La crisis económica es una es una gran oportunidad para bajarnos de una economía falsa, hecha a base de especulación y recuperar valores como la solidaridad, la austeridad de vida, la sencillez“, eso declaraba el Superior de los jesuitas, el español Adolfo Nicolás, hace unos días en Barcelona.

Casi al mismo tiempo pero en un seminario del opusdeista IESE, el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, decía: “El mundo se divide entre los países low cost y el resto. A España nos colocan fuera del grupo de bajo coste, y somos tan tontos que nos alegramos de ello”. Y eso que los salarios españoles son todavía la mitad de los alemanes, aunque superiores a los que rigen en los nuevos socios de la Europa del Este. Su solución es situarnos en esos niveles salariales y a la vez exigir ayudas públicas para que sus costes bajen.

Por el contrario, otro alto directivo español de una multinacional americana del sector auxiliar del automóvil, José María Alapont, afirma: “Que España haya dejado de ser un país de bajo coste es positivo, porque significa que ha mejorado económicamente, pero también que ya no podemos seguir como cuando era un país barato. Ahora sólo puede competir con más tecnología y más innovación”.

Un mismo hecho, dos soluciones diferentes.

Una, aprovecha la crisis para mejorar, mediante el esfuerzo y los cambios necesarios para reconstruir un futuro renovado y posible. La otra, se aprovecha de las circunstancias, exigiendo - a los demás, claro está - sacrificios y renuncias sociales pero sin modificar las causas que están detrás de los problemas, con ello rearma una bomba que acabara estallando de nuevo, porque reproduce las condiciones que nos han conducido hasta esta situación.

¿Qué opción eligirán nuestras empresas, empresarios, dirigentes sociales o políticos? Según cuál sea, así no irá.

Y en gran medida dependerá de lo que hagamos, por eso debemos aprovechar esta situación para que se recuperen la salida de la crisis no se haga a costa de las avances sociales que sean han protagonizado, para que no la padezcan más los más débiles y para que los valores que vuelvan ha implantarse sean aquellos que pone la economía productiva al servicio de las personas y no las personas al servicio de la economía especulativa. En suma para que los que nos han metido, encima, no se aprovechen del resto.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Flexibilidad exigente


Flexibilidad debe ser un concepto maldito. Cada vez que el Presidente Montilla lo introduce en alguno de sus discursos se arma.
Hace unos meses fue a cuenta de la financiación autonómica y ahora en relación con las consecuencias laborales de la crisis económica.
En los dos casos, abogaba por el mismo método para solucionar los problemas: exigencia y flexibilidad, para alcanzar buenos acuerdos y soluciones a los problemas.
Una vez enunciado el concepto, se dispararon las interpretaciones y las respuestas airadas. En ellas los "replicadores", para hacerse valer ante los suyos, le exigían que lo arregle todo, sin ceder nada.
No es nuevo, acostumbra a ser la posición de aquellas personas que se interesan más por los conflictos que por sus soluciones, pues buscan aprovecharse de su existencia para su promoción personal, que anteponen sus intereses a los quienes dicen, o quieren, representar.
Realismo en el reconocimiento de los problemas, firmeza en los planteamientos, atención a quien lo necesita, optimismo y confianza en nuestras fuerzas y en nuestro esfuerzo, liderazgo de los cambios y flexibilidad en la concertación; con estos mimbres se afrontaron y superaron en el pasado problemas. Que todo sea dicho de paso, eran tan, o más, graves que los actuales.
Algunos de los dirigentes políticos, empresariales o sindicales, no han vivido esta experiencia, no la hacen suya, ni la quieren hacer. Han "crecido" en los años de bonanza y los cuesta presentarse delante de la gente y decirles que "tenemos que volver a luchar, volver a sufrir, para volver a vencer" los problemas.
Están demasiado acostumbrados a no tener que asumir problemas, sino a repartir dividendos. Montilla, no. Él ya ha vivido y ha coprotagonizado procesos equivalentes - que no iguales- al actual, por eso cuando habla, habla claro y se lo entiende. Por eso, no hace ni demagogia, ni vende humo.
Sin acuerdos no habrá soluciones, ni en la financiación, ni en los expedientes de regulación (incluida Nissan), pero alcanzarlos requerirá, de todas las partes, buscarlos y una actitud de exigencia flexible.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Responsabilidad, no actos de fe


Fe es creer en lo que no se ve. A CiU nadie le pide que haga actos de fe, lo que la gente espera de ellos es que sean responsables.
Inmediatamente después de que el Gobierno de Cataluña hiciera público el anteproyecto de presupuestos para el 2009, los portavoces de la coalición nacionalista anunciaban que los rechazarían. Aunque no los conocían, porque no habían tenido ni tiempo de estudiarlos, dijeron que los rechazaban porque no se los creían. Nadie les pide que apoyen lo que conocen, pero si les es exigible que no rechacen lo que desconocen.
2009 será previsiblemente un año difícil, la evolución de la económica así la augura. Las líneas maestras que contiene el proyecto de presupuesto elaborado por el equipo que lidera el Conseller Castells se ajustan a lo posible y necesario. Que no es otra cosa que contener el gasto corriente - congelación de los salarios de los altos cargos incluida - e incrementar los recursos para atender las necesidades del país: mejorar las infraestructuras, incrementar la investigación aplicada a la producción y la atención de aquellas personas que más lo necesitan.
Los presupuestos se podrán mejorar trabajando, codo con codo, con el Govern de Catalunya. Rechazándolos, sin conocerlos y sin proponer alternativas, no. En lugar de oposición tendría que practicar la proposición y más cuando se trata de dar salidas a los problemas de las personas que viven en Cataluña.
De nuevo sus estrategas se equivocan, anteponen sus intereses partidarios de volver al Gobierno a los de las personas que quieren representar.
Se olvidan de que la mayor preocupación de la gente, hoy, es que desde la política se trabaje conjuntamente contra la crisis, no que se utilicen sus problemas para hacer política.
Los gobiernos (el catalán y el español) están tomando medidas para afrontar los problemas de las entidades financieras, pero también se preocupan y se ocupan de los problemas de las personas de a pie. Intentan que el máximo número de ellas continúen trabajando, que si pierden su trabajo se recoloquen, se formen, o puedan continuar haciendo frente a los pagos de sus hipotecas.
A la oposición, cómo no está en el gobierno, no se le pide nada de todo eso, ni que haga actos de fe en relación al gobierno, sólo responsabilidad. Y ni eso son capaces de hacer.

viernes, 31 de octubre de 2008

Las cornadas de la crisis


Ya notamos como sus astas amenazan con penetrar en nuestras carnes, son las cornadas de la crisis.
La crisis financiera se está trasladando a la economía real y se nos hace patente. En una semana conoceremos dos resultados estadísticos negativos sobre la evolución del empleo y el paro, la EPA y el resultado mensual del registro de personas en desempleo.
Su gravedad no tiene que bloquearnos, ni tiene que impedir que los leamos con más detenimiento. Torear las crisis y evitar sus cornadas exigirá a los dirigentes templanza, rigor y serenidad y no pánico o aventurismo irresponsable. Sólo así podremos detectar que dentro de estos datos también hay otros mensajes.
Valga como ejemplo y en relación a la evolución del empleo y el paro, resaltar que en los últimos trimestres se ha destruido empleo joven y masculino, pero crece el empleo femenino lo que hace que por primera vez el desempleo femenino sea inferior al de los hombres. Es una situación nueva, sin precedentes, que vale la pena incorporar a la reflexión.
Lo mismo sucede con otros factores (tecnológicos, financieros, comerciales, etc..) que están detrás de la crisis. Sólo detectando que es lo que conviene cambiar de lo que se está haciendo ahora y que conviene recuperar de prácticas anteriores podremos recortar el tiempo de respuesta e incrementar la eficacia de la misma.
La actitud ante la crisis es tan importante como las medidas para afrontarla. Por eso el “adanaismo” que practican algunos, haciendo como si todo fuera nuevo y fuera la primera vez que sucede, no es la mejor actitud que se puede tener. Será difícil que las mismas actitudes que ha provocado la crisis sirvan para resolverla.
Esta crisis ha sido posible por el apogeo de unos valores donde la demora entre el esfuerzo y la recompensa, la responsabilización de las acciones o la prudencia ante el riesgo eran desdeñados y valorados como una pérdida de oportunidades
, con su abandono se ha renunciado o dificultado la construcción de una economía generadora de riqueza y una sociedad con un reparto justo de la misma, donde el egoísmo individual esté sometido al afán del progreso colectivo.
No es de extrañar que sea cierta esta historia en la cual una gran entidad financiera catalana ha retrasado la prejubilación de uno de suyos altos directivos, porque quieren retener su experiencia y capacidad de relativizarla sin despreciarla, pues ya vivió crisis anteriores, y los directivos reclutados y formados durante los 14 años de bonanza económica, no.
Al fin y al cabo de esta crisis, y de las que vendrán, como siempre se saldrá trabajando, pero también si se recuperan los valores que se han despreciado, porque ello supondrá cortar la raíz del problema.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Legítima y equivocada



Oponerse a los presupuestos, como hace CiU, puede ser una opción legítima, pero, seguro, es equivocada.
Ni ellos, ni a quienes quieren representar, no se pueden permitir el lujo de dilapidar así su capacidad de influir, porque con esta postura se transforman en una opción marginal, es decir, situada en los márgenes.
El PP ocupa y copa todo el espacio reservado a la oposición al Gobierno de España, porque es el papel que le han dado los ciudadanos mediante las urnas. En este escenario, CiU queda desbancada y no puede destacar. Su papel crece si alcanza acuerdos, no si opone. ¡El Presidente Pujol debería explicárselo!
Con su negativa a rentabilizar sus diputados sólo ha conseguido sumar sus votos al PP y que sean sus socios nacionalistas en Galeuscat, PNV y BNG, quienes obtengan contrapartidas. Es decir, han hecho un negocio ruinoso.
Los presupuestos del próximo año no son fáciles. Deben servir para afrontar una dura situación económica en la que, una vez se haya superado la actual crisis financiera, continuará siendo necesario perseverar en el esfuerzo para cambiar nuestra economía real, transformándose en una generadora de productos y servicios con más valor añadido que sirvan para crear más y mejor empleo.
Los grandes números del presupuesto van en esta dirección. Cuando recortan el gasto corriente no imprescindible, incrementan la inversión en I+D+i, fomentan la creación de infraestructuras y mantienen los compromisos sociales, estando yendo por el buen camino. Además ya incluyen el compromiso de inversiones con Cataluña, haciendo que las previsiones de inversiones del Estado en Cataluña sean las más grandes de la historia. Eso sí, queda pendiente, que los resultados de la negociación sobre financiación estén incorporados.
Ahora bien, ¿el rechazo a los presupuestos, que ha propuesto CiU, nos ayuda o nos perjudica? Es evidente que nos perjudica, lo retrasa todo. Retrasaría las actuaciones que se desprenden del presupuesto para hacer frente a los efectos de la crisis económica pero, además, también aplazaría en el tiempo las inversiones y la financiación que Cataluña necesita.
Duran Lleida - que con su Congreso ha querido ofrecer una imagen más centrada de la coalición, lo sabía y por eso ofreció negociar, pero otra vez ha perdido la batalla interna, la radicalización de Mas y del “núcleo duro” se lo ha impedido.
Últimamente estamos asistiendo de forma reiterada a una estrategia donde sus ansias por debilitar el Presidente Montilla, rebasan con creces la serenidad y responsabilidad que les es exigible y también la inteligencia (finezza) política. ¿No se ha dado cuenta que abanderado una postura de oposición, lo que conseguirán es lo contrario que buscan? La gente ve que el Presidente Montilla, y los socialistas catalanes detrás suyo, son los únicos que está batallando, hasta el final, por la justa financiación que necesita Cataluña. Lo hacen sin ceder en lo fundamental y también sin levantarse de la silla o haciendo “saltitos” exhibicionistas.
Aquí y ahora, no se trata de ganar titulares, o fotos, se trata de alcanzar un buen acuerdo.
Ante esto, sólo cabe decir que la postura de CiU es legítima, pero equivocada.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Al rescate


Todo el mundo está de acuerdo: ¡Hace falta acudir al rescate del sistema financiero y generar confianza! Un intangible imprescindible para evitar que el temor se transforme en pánico y éste en desesperación.
Esta semana pasada hemos podido comprobar que necesitamos más Europa y no menos. Ésta es una de las lecciones que podemos extraer de este proceso para elaborar medidas de rescate globales y conjuntas. Sólo con la colaboración y cooperación supranacional se pueden generar actuaciones públicas con la potencia necesaria para hacer frente a una crisis financiera de dimensiones internacionales.
Que las medidas vayan en el mismo sentido no comporta que se tengan que aplicar idénticamente. Los acuerdos establecían que cada país las tenía que adaptar a su situación y a la de sus entidades financieras, pues no todas son iguales, unas tienen graves agujeros patrimoniales y otras, como las españolas, son sólidas pero los falta liquidez.
Con cada tipo de medida se busca un objetivo específico. Con las nacionalizaciones o la compra de acciones de bancos y la compra de sus activos tóxicos, se trata de evitar la bancarrota de aquellos que acumulan pérdidas. Con el incremento de las garantías en los depósitos personales se busca evitar desbandadas que, en primer lugar, les perjudicarían a ellos. Y con los avales o líneas de crédito oficiales superar la desconfianza entre los bancos, que hace que no se presten dinero entre ellos.
No obstante, en el momento de aplicar las medidas, se observa la siguiente paradoja: contra menos controlaban los gobiernos antes más tienen que intervenir ahora. Es decir, los más liberales se tienen que volver más intervencionistas.
La crisis financiera internacional está afectando a la economía real y al empleo, al frenar en seco la concesión de créditos a empresas y personas para que puedan llevar a cabo sus proyectos viables y solventes.
La situación es grave, por eso requiere la actuación de los poderes públicos de forma concertada. El gobierno de Zapatero estuvo en el acuerdo de los países de la zona euro y asumió la parte de la responsabilidad que le correspondía en la búsqueda de la salida, lástima que esta actitud de responsabilidad no haya disfrutado del apoyo de la oposición de derechas española.
En España se ha optado por concederles crédito a las entidades financieras
, en el doble sentido, financiero y de confianza. No se los da nada, se les presta. Tendrán que devolverlos con intereses. Aquí, ni se socializan las pérdidas bancos, ni se compran activos tóxicos. Y eso para porque, de esa manera se hace posible que abren el crédito y la economía real no se resienta más.
Aquello que cuesta más de entender es que todo eso sea criticado y descalificado haciendo demagogia barata, como cuando se dice que "es un plan por salvar a los banqueros y que olvida a las empresas y las personas". Parece increíble que la derecha de este país, el PP, se dedique a propagar desazón, alarmas y dudas sobre nuestra economía por intereses electorales sabiendo que con eso contribuyen a la propagación de la desconfianza. Y finalmente, resulta inaceptable que, además, todo eso lo hagan sin dar ni una sola alternativa.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Desintoxicarse


¡Desintoxicar el sistema financiero! En esencia, eso es lo que busca el Plan de la Administración Bush creando una agencia pública que se sea hecho cargo de los llamados activos tóxicos, que irresponsablemente algunos han puesto en circulación.
La terminología utilizada no deja de ser sugerente y representativa del que está pasando.
Como sucede con las sustancias que generan dependencia y las conductas adictivas, mientras está bajo su influencia se vive en la euforia y la despreocupación, pero la fiesta acaba y aparecen los efectos negativos: se han dañado partes del cuerpo y destruido la autoestima. La bancarrota de entidades y la desconfianza generalizada hacia el sistema financiero son la resaca de este exceso tóxico que está sufriendo.
Ahora toca desintoxicarse.
Todo proceso de desintoxicación viene acompañado de su "síndrome de abstinencia". Acostumbra a ser un proceso muy duro donde la persona adicta mediante su esfuerzo y sacrificio intenta recuperar su voluntad. Para eso tiene que abandonar las prácticas hedonistas y despreocupadas anteriores, asumir nuevas normas y hábitos de conducta y recuperar valores como el trabajo o la resistencia a la frustración, como pautas para reconstruir su autoestima. Si no lo supera, recae.
Las alegrías financieras e inmobiliarias de carácter especulativo de estos últimos años han corroído el sistema e impregnados a la sociedad de sus valores. Los valores de la especulación se han impuesto a los de la producción.
Nos tenemos que desintoxicar de este modelo basado en el beneficio rápido, la exaltación del individualismo, la no aceptación de las normas, autoridades o del interés común y retornar a otro donde la producción de bienes y servicios, la planificación y la inversión para obtener beneficios racionales a medio plazo, junto al equilibrio entre riesgo y prudencia, recuperen el protagonismo
.
Ésta situación no sólo es aplicable al sistema económico y productivo sino también a los valores dominantes en la sociedad. Eso significa que tenemos que hacer que el esfuerzo, la coherencia, la constancia, es decir los valores que se derivan del mundo del trabajo, vuelvan a ser valores aceptados y no actitudes despreciadas en comparación con las de los aprovechados que vampirizan al resto.
Resulta difícil de entender la desazón de Mas, cuándo el Presidente Montilla los reivindica como camino y objetivo para salir de la crisis. El hecho de que el expresidente Pujol, firme defensor del modelo social conformado en la escuela del capitalismo renano, también coincida en el carácter positivo y útil de los mismos, no quiere decir que fueran de su cosecha o usufructo exclusivo, pero lo más contradictorio es que lo haga el máximo representante de una fuerza, como CiU, que ha aplaudido y dado apoyo a las prácticas financieras especulativas, como expresión de la modernidad.
La sociedad en su conjunto pagará y sufrirá la desintoxicación y tenemos que hacer que esta carga tenga una distribución equitativa y que la mayor parte de la carga no la tengan que soportar los más débiles. No obstante, es innegable que arreglar los efectos de esta orgía tendrá un coste. Ahora bien, si finalmente todo el mundo se tiene que arremangar para arreglarlo parece evidente que se puede y se tiene que exigir que se creen las normas y las autoridades públicas que sirvan para prevenir una recaída y también responsabilidades para que aquéllos que se hayan aprovechado, además a mes, no salgan con "los riñones bien cubiertos".

miércoles, 1 de octubre de 2008

Hacen bien


Hace bien CiU cuando retira su ultimátum del 30 de septiembre como fecha final para determinar los mínimos que el Gobierno puede acordar en la negociación de la financiación.
Hace bien el Gobierno, ofreciéndole un puente de plata a CiU en su marcha atrás. Cuando se busca un acuerdo con otro, no una victoria sobre el otro, es conveniente no arrinconarlo, ni humillarlo. En suma, hay que ofrecerle la posibilidad de que pueda presentarse delante de los suyos dignamente.
Hicieron bien, Gobierno y CiU, la semana pasada al darse un tiempo y un entorno, como el de las conclusiones del debate en el Parlamento sobre política general (inicio formal del curso político), para tratar de alcanzar una posición conjunta que refuerce los negociadores catalanes en la negociación.
Está claro que el Gobierno no aceptó la estrategia de negociar a golpe de ultimátum, aquí y allí. No porque fuera la propuesta de CiU, sino porque era incorrecta. Con estos planteamientos tan rígidos y altisonantes, "aunque den bien en la Tele", sólo se consiguen desacuerdos o cesiones.
El Presidente Montilla hace bien buscando un buen acuerdo de financiación y no una foto. Por eso, en lugar de amenazar con romper la unidad, trabaja para rehacerla. Lima tensiones en lugar de provocarlas. Eso sí, todo eso lo hace desde la firmeza de sus planteamientos. La "marca de la casa" se aplica: eficacia y prudencia antes que efectismo y radicalismo.
La situación no es fácil, si Artur Mas sigue haciendo prevalecer sus intereses partidarios a los del país, cómo parece que así lo quiere el “pinyol” que lo rodea, y bloquea un posible acuerdo, producirá frustración y desasosiego, aquí, entre aquéllos que esperan que la financiación sirva para la mejora de los servicios públicos que reciben y más en tiempo de crisis.
A la vez que potenciará la incomprensión y la desconfianza, allí, que no entenderán el mensaje que eso supone, con todo eso sólo conseguirá favorecer la incomprensión y animar, otra vez, la aparición de la catalanofòbia, a la que no serán ajenos aquéllos mismos que la propagaron cuando se debatía el Estatuto, ahora hace 3 años.
Esperemos que continúen haciéndolo bien y que en el debate parlamentario no prevalezca el ansia fotográfica sobre el interés colectivo y se consigan las bases de un buen acuerdo, que sea posible allí.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Jugar con reglas


Todo juego tiene sus reglas. No se puede jugar sin ellas o saltándoselas. La crisis financiera, que nos llega desde el otro lado del Atlántico, con su crudeza y dureza nos conmina a no olvidarlo nunca.
En los Estados Unidos, la tradicional banca comercial (similar a la europea) no está tan afectada por la situación porque ha respetado las reglas y se ha sometido al control y las normas de las autoridades públicas. Al contrario, las "modernas e innovadoras" formulas financieras (banca inversora o entidades hipotecarias) rompen estrepitosamente porque han acumulado riesgos excesivos en la búsqueda de beneficios espectaculares.
No hay problema!- decían - el mercado ajustará los excesos, los operadores se auto-regulan ellos solos y los controladores privados (auditores, calificadores de rating) nos prevendrán de las practicas erróneas. ¡Mentira! Los operadores bajo la permisividad de las autoridades reguladoras, gobernaban personas como Alan Greespean que no creían en el papel que tenían que hacer, han hecho crecer artificial los beneficios de las entidades.
No han gestionado los riesgos, los han creado. Por eso ahora tampoco quieren asumir las consecuencias.
La coherencia de los defensores de "laisser faire, laisser passer" ha saltado hecha añicos. Antes adjuraban del público, ahora exige su dinero para salvar sus negocios. Antes privatizaron los beneficios, ahora socializan las pérdidas. Y saltan de gozo cuando la Administración interviene y con los impuestos tapan las vías de desconfianza que han creado.
De las crisis se aprende, de ésta también. Desregular más no es la salida. Sin reglas y sin una autoridad pública no hay juego posible, sólo se está construyendo la siguiente y más grave crisis. Reglas, transparencia y la autoridad que las emita, controle e imponga son imprescindibles para evitar que la avaricia individual perjudique la mayoría.
Las que hay se han mostrado insuficientes, porque no han estaban hechas para gobernar la globalización actual o porque las autoridades no han asumido su responsabilidad. Se necesitan regulaciones y autoridades globales, porque la partida es global.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Política y pedagogía


“Política quiere decir pedagogía” ese aforismo de Rafael Campalans debería ser seguido más asiduamente. ¡A todos nos iría mejor!
Pero no es así. Sin ir más lejos, ésta última semana hemos tenido un “profundo” y estéril debate a cuenta de la palabra flexibilidad. La oposición y hasta algún socio en el Govern han suscitado interpretaciones y juicios de intenciones sobre la utilización que hizo el President Montilla de la susodicha palabra en su discurso institucional de la Diada, sin el más mínimo rigor. El debate político es algo sano y necesario, la tergiversación, no.
Se ha intentado asimilar flexibilidad con ductilidad
. Eso no es sólo un error conceptual. Supone equiparar la capacidad de adaptarse al entorno sin partirse con la de deformarse o plegarse por una presión exterior. ¡No es una diferencia baladí!
Lo que dijo el Presidente Montilla de buscar el acuerdo desde la lealtad, con flexibilidad y firmeza, es de una claridad meridiana. Nadie sostendría en público que con deslealtad, inflexibilidad y rigidez se alcanzará el acuerdo, ¿verdad? Hágase pedagogía de la negociación eficaz, hágase buena política.
Esto no es una competición para ver quién es más duro, sino de cómo ser más eficaz para alcanzar un buen acuerdo de financiación autonómica. Entre otras cosas porque, como ocurre con los diamantes, ser duro (no dejarse rayar) es compatible con ser frágil (romperse con facilidad).En esta negociación, como en todas, para llegar al acuerdo lo que se necesitan es: hacer pedagogía de nuestras razones; tratar de entender las razones del otro para hacer posible que todos ganen, nosotros también; no plantear la negociación como un trágala, ni por un lado ni por el otro y apoyar y no crear dudas sobre los negociadores, el Govern y su President, y sus intenciones.

martes, 16 de septiembre de 2008

Churras y merinas


No es bueno confundir churras con merinas. Y en política mucho menos.
Por eso resulta tan incomprensible que alguien pueda mezclar y confrontar, como hace Mariano Rajoy, a los perceptores por desempleo y a los que van a Francia a vendimiar.
Unos, los primeros, son 180.000 personas no nacidas en España que han cotizado a la Seguridad Social, porque tienen (todavía lo tienen) un permiso de residencia y un contrato de trabajo, ambos perfectamente en regla, y como ahora han perdido el trabajo, por causas ajenas a su voluntad, tienen derecho a recibir la prestación por desempleo.
Los otros son 20.000 personas andaluzas que en su mayoría y como años anteriores, incluso éstos de bonanza económica global, salen a vendimiar a Francia. Entre otras razones porque les sale más a cuenta la relación entre el trabajo y el salario que reciben allí en este periodo, que si lo hicieran aquí.
La situación de unos y de otros no tiene nada a ver. Tampoco tiene nada que ver con tiempos anteriores cuando los españoles tenían que emigrar al extranjero porque no tenían posibilidades de tener trabajo aquí. ¡Eso si qué se mezclar churras con merinas !.
¿De verdad no se da cuenta de lo que está haciendo y diciendo? Al confrontar ambas situaciones, que no están relacionadas, favorece el discurso xenófobo de los que sostienen que los inmigrantes le sacan el trabajo en los autóctonos. Por eso ahora intenta retirarse de la parte más "aparatosa", pero manteniendo aquello que es fundamental
¿Está proponiendo el Sr. Rajoy que sean los extranjeros desempleados perceptores de las prestaciones del desempleo los que se vayan a hacer la vendimia a Francia? ¿Reducir la movilidad laboral dentro de la Unión Europea? ¿Desprestigiar a los agricultores españoles porque ofrecen condiciones salariales menos atractivas que la de los viticultores franceses?.
No, nada de todo eso, lo que hace liarlo todo, para dar algún apoyo a la suya tesis fundamental.
El PP necesita hacer creer que la situación actual es como las crisis anteriores que hemos vivido, para crear miedo, y así poder legitimar todo aquello que propone y no que es más que un ajuste duro que recaiga en los sector sociales más débiles.
¡Da igual! si aquéllas crisis fueron fruto del aislacionismo en lo que nos situó el franquismo, o de un modelo industrial caduco, o de las tormentas monetarias. Nada de todo eso interesa.
Sólo una idea sobresale de este mensaje, hacer creer a todo el mundo que la situación actual es similar a aquéllas que, incluso, obligaron a emigrar a tanta gente.
Si para conseguir eso, se tienen que confundir churras con merinas, da igual. Pues no, Sr. Rajoy!

domingo, 14 de septiembre de 2008

"Los amigos y los buenos asesores no están para hacer la pelota"

ENTREVISTA: JOSEP M. RAÑÉ Presidente del Consejo de Trabajo Económico y Social (publicada en El Pais el dia 14 de setiembre de 2008)

"Hoy no debemos reproducir las recetas de despidos masivos de los 80"
La pobreza crece: "Es evidente que las acciones públicas no han bastado
"

Los precios de los pisos concertados, la edad mínima para ejercer la prostitución, la duración de la calificación de la vivienda protegida, la regulación de la política industrial, el Impuesto de Sucesiones o la persistente burocracia con que topan las empresas son algunas cuestiones en las que el Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTSC), órgano asesor del Gobierno catalán, ha puesto alguna china en el zapato de las leyes promovidas por la Generalitat. El ex consejero de Industria Josep Maria Rañé (Sant Just Desvern, 1954) relevó en junio a la fallecida Mercè Sala en la presidencia del organismo, que reúne a empresarios, sindicatos y cooperativas y del que la Generalitat salió hace casi cuatro años para dejar de ser juez y parte.
Pregunta. ¿Se les oye más porque la Generalitat dejó el CTESC?
Respuesta. El asesorado no debe estar en el órgano asesor. La salida del Gobierno catalán hace más independiente y autónomo a este órgano asesor. El CTESC debe dar una opinión leal, pero también técnica, rigurosa y fundamentada. Y sus dictámenes son de consenso, dan un mensaje con valor político, no son una suma de opiniones individuales y contradictorias.
P. Pero, ¿les hacen caso?
R. Los dictámenes no son de obligado cumplimiento. Puede que el Gobierno catalán no asuma su contenido en su totalidad, pero sí le hace caso al CTESC. Los últimos datos que tenemos son de una aceptación del 62%. A uno siempre le gustaría que se lo aceptaran todo, pero es un porcentaje satisfactorio. La clave de que acepten los dictámenes es que se construyen sin sesgo sindical o empresarial, sino buscando el consenso. Los amigos y los buenos asesores no deben hacerle la pelota al Gobierno.
P. El CETSC ha criticado que no se hayan aprovechado los años de bonanza para cambiar el modelo económico catalán.
R. Sí. No se ha aprovechado y hay razones que lo explican: el acceso al dinero barato, el volumen y margen de beneficio de actividades de poco valor añadido o la bonanza económica que producía la construcción hicieron más tibios los esfuerzos para reorientar la actividad a medio y a largo plazo.
P. Hace años que la Generalitat habla de la necesidad de cambiar de modelo. ¿En qué plazo puede lograrse un vuelco hacia una economía más competitiva?
R. Lleva su tiempo reorientar recursos. Ahora, con la crisis, hemos visto que muchos dicen "cuando las cosas van bien, no vengas, Gobierno, pero ven a ayudarnos cuando tenemos problemas". Los gobiernos, más que intervenir, deben fijar unas normas que regulen el funcionamiento del mercado, que le den transparencia y equilibrio. Queremos analizar no sólo lo que hace el Gobierno catalán, sino analizar si eso que va en línea de cambiar de modelo, si nos ayuda a acelerar ese cambio o no.
P. La crisis se agudiza y abundan los augurios de reestructuraciones y recortes de plantilla. ¿Cómo afrontar esta situación?
R. Se oyen voces diciendo que lo que funcionó en los ochenta puede servir ahora. Las recetas de los años ochenta, en que vivimos despidos masivos y una dura reconversión del sector industrial, de limpieza a las puertas de la entrada en la Europa comunitaria, hoy no podemos reproducirlas. Importan las políticas a más largo plazo. Cataluña debe reorientarse para competir en nuevos sectores, aunque es normal que el ciudadano hoy pida soluciones para hoy, y no para pasado mañana.
P. En tiempos de vacas gordas, la pobreza aumentó en Cataluña. ¿Qué ocurrirá ahora?
R. La pobreza ha aumentado en relación al valor medio. En parte, como el valor medio subió mucho, un sector de la población en un extremo se quedó descolgado. Pero la distribución de la riqueza no ha sido socialmente positiva, no se ha producido al mismo ritmo que el crecimiento económico.
P. La pobreza ha aumentado en años de un gobierno de izquierdas. ¿Qué reflexión le merece?
R. Es evidente que las acciones públicas no han sido suficientes para compensar las carencias que existen. Nosotros no nos quedamos en la foto fija de un incremento de un año a otro. Nos importa la tendencia y habrá que mantenerse vigilante.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Afrontar la crisis

Si el Gobierno pretendía, con su negativa a pronunciar la palabra crisis, explicar que la actual situación de la economía española era diferente a las crisis de los años 80, 1993 o 2002, o hacer entender que, ahora, estamos en mejores condicionas que entonces y que las medidas que se tomaron entonces, no son las que ahora hacen falta !no lo ha conseguido!
Como le leí una vez a Josep Ramoneda: "La política es la distancia que hay entre la realidad y la percepción que tienen los ciudadanos". Si sólo nos guiamos por la realidad objetiva caeremos en la tecnocracia y, si sólo atendemos a las percepciones, en la demagogia. Entre ambos extremos está la política. La política de las cosas, no las cosas de la política.
Éste ha sido, y es, un debate político sobre la situación económica que demanda respuestas políticas. Pero una política no es solamente una suma de medidas, necesita de un relato que la vertebre, que le dé cuerpo.
Es decir, no se trata de hacer un debate académico sobre cuándo y cómo es técnicamente correcto hablar de crisis, sino que la gente conozca y perciba qué se está haciendo para afrontar la situación que vive y la angustia. No se trata de actuar sin rigor económico y con dramatismo, sino con medidas técnicamente correctas y socialmente equilibradas, que estén enmarcadas en un discurso que les dé una dimensión compacta, completa y solvente, y generen confianza.
Hoy conviene actuar teniendo en cuenta el corto plazo y también el medio y largo plazo al mismo tiempo, porque nuestra preocupante situación económica es el resultado de dos tipos de factores, unos externos con repercusiones inmediatas e intensas y otros internos con efectos más estructurales e importantes.
La mayoría de las actuaciones que anuncian y toman los gobiernos catalán y español se orientan a paliar el corto plazo y creo que tiene que ser así. Con ellas se busca: que los problemas del sistema crediticio y financiero no ahoguen proyectos empresariales viables, ni a los ciudadanos, mediante los créditos ICF o ICO; que no se hunda el sector de la construcción con planes de choque de vivienda; que se mantenga la capacidad de consumo de las familias y que las personas afectadas por el desempleo sean atendidas con la reforma de las políticas activas. Es decir, hacer que la rueda continúe girando.
Estas medidas a corto plazo son imprescindibles, pues sino supondría que se ha abandonado a los ciudadanos, y a los más débiles, a su suerte. Ahora bien, lo paliativo, aunque urgente, no puede impedir hacer lo importante.
La situación económica general ha puesto más de manifiesto, si cabe, el enunciado agotamiento de un modelo de crecimiento. Aquél que se ha basado en el "ladrillo", la producción de bajo valor añadido y el consumo interno. Retornar a una senda de crecimiento, esta vez más sana, requiere actuaciones a medio y largo plazo que profundicen los cambios iniciados en la anterior legislatura.
Ayudar personas y empresas a mejorar la forma y el contenido de la producción de bienes y servicios con más calidad y valor, a formarse a lo largo de toda su vida o dotarnos de las infraestructuras físicas (viarias, ferroviarias, portuarias y aeroportuarias) de suministros básicos (agua o electricidad) o del conocimiento (parques o centros tecnológicos), aunque sus efectos se demoren en el tiempo, no los podemos obviar, son caminos que se tienen que hacer y que no tienen atajos. Si intentamos evitarlos, volveremos a tropezar.
Unas acciones no se pueden, ni se deben, contraponer a las otras, porque son complementarías y no contradictorias. Pero en todo caso, se tienen que aplicar y explicar para que puedan ser asumidas como el esfuerzo que, todo juntos, tenemos que hacer para salir de la crisis sin desatender en la parte más débil de la sociedad.

Ni lo pienses

No se entiende qué pretende Artur Mas con su propuesta de pactar una posición de mínimos entre las fuerzas catalanas, ¿ayudar o entorpecer la negociación de la financiación?
Aunque se juramentaran para que la otra parte no lo supiera, se acabaría sabiendo, y sino mirar la filtración del documento de trabajo hecho con la Consejería de Castells.
Sólo hay solución para que eso no suceda, hay que hacer lo que aconseja a Manuela de Madre para evitar las filtraciones: ¡"Si una cosa no quieres que se sepa, ni la pienses! "Y mucho menos, la pongas por escrito.
¿Dónde le enseñaron a negociar a Artur Mas? Incluso el peor negociador sabe que si, antes de empezar, anuncias tu postura mínima, automáticamente, ésta se transforma en la máxima del otro. Y a partir de ese momento, al otro sólo le queda esperar que bajes.
¡No pueden ser tan malos negociadores! Aunque viendo los resultados de lo que negoció con el PP, cuando gobernaba, tampoco se tiene que descartar esa hipótesis.
Con la estrategia de CiU, diseñada para ganar protagonismo ellos, la negociación de la financiación se bloquea, pues deja sin capacidad de maniobra a los dos gobiernos que negocian.
El Gobierno de Cataluña no puede moverse, y menos a la baja, para porque en el supuesto que lo ten que hacer para alcanzar un acuerdo sería acusado de romper el acuerdo, traicionar Cataluña, malvenderse el Estatuto y, si ocurre, de la muerte de "Manolete".
Por su parte el Gobierno de España no puede aceptarlo porque en el resto de España la oposición, el PP, les acusaría de haber cedido al ultimátum de Cataluña, en detrimento del resto. ¿Son conscientes que están haciendo una pinza con el PP que bloquea en uno de los puntos del Estatuto, que atacó de forma mes brutal?
¿Entonces, cuál es su beneficio y objetivo con este planteamiento? Presentarse como el único defensor de Cataluña. Si hay acuerdo, es para porque o ha cedido Zapatero o el tripartito se ha bajado los pantalones y si no hay acuerdo es para porque Zapatero y los socialistas no respetan ni Cataluña ni el Estatuto.

Pero con su planteamiento ¿dónde quedan los intereses de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña? Los intereses de aquéllas se personan que necesitan una mejor financiación para la Generalitat para que así les pueda prestar los servicios que necesitan.

Dejémonos de romances, lo que ahora toca es hacerle caso al Presidente Montilla. Dejarse de declaraciones y pasar a la negociación. Una negociación eficaz, prudente, discreta y tranquila, serena pero sujeta (cómo es él), que busque un único objetivo: aplicar la financiación prevista en el Estatuto y donde todas las fuerzas catalanas tienen que renunciar a sus intereses partidarios en beneficio del conjunto.

CiU tiene que entender que no tiene el monopolio de la defensa de los intereses de las personas que viven en Cataluña (porque no se lo dieron las urnas) pero puede tener un papel importante pero dentro del conjunto, cómo le reconoce y ofrece el Presidente, enojando así a AlfonsoGuerra.

martes, 9 de septiembre de 2008

Perplejo

Estoy perplejo! Pero no por lo que dicen los sociologos catalanes.

Perplejo, porque he visto como las bolsas de todo el mundo, representación genuina del capital, subían de una forma espectacular, cuando el Gobierno de los Estados Unidos de América anunciaba una acción económica claramente intervencionista. La intervención de las dos instituciones financieras, Freddie Mac y Fannie Mae, que controlan el 40% del mercado hipotecario norteamericano.

¡Perplejo, porque creía que hasta ahora venían diciendo qué se tenía que excluir la intervención de las autoridades públicas de los negocios privados! ¡Qué los mercados ya se ha auto-regularían ellos solos!

Y ahora, se ponen tan y tan contentos por el intervencionismo público. Vale la pena decir, que es para salvarlos de la hecatombe del sistema financiero, a la que se podían ver arrastrados por la "caída libre" que estas instituciones estaban protagonizando.

Serán necesarios muchos recursos públicos para sanear la situación, pero ¿aprenderán la lección todos aquellos profetas del liberalismo económico y la supuesta autorregulación los mercados? O aplicarán la técnica del trotamundos, lo meterán en el saco e irán a por la siguiente crisis, que sin duda todavía será mes grande. Que fácil es eso de asumir grandes riesgos, si se espera que Papa/Estado vendrá a pagar los platos rotos cuando como ahora vuelvan a romper una vajilla muy cara.

A esta situación no se hubiera llegado si el poderes públicos hubieran podido fijar las reglas del juego y controlar su cumplimiento, en relación con los mercados financieros y sus antiguos y nuevos productos, si los riesgos hubieran sido regulados en atención a los intereses globales y los del propio sistema financiero y no hubieran sido establecidos por la voluntad de un privado. Ninguno privado tendrá nunca ni la capacidad, ni la voluntad de hacerlo. Sería bueno que aprendiéramos la lección y que los poderes públicos, cuanto más democráticos mejor, pudieran alcanzar esta responsabilidad.

Así evitaríamos tenernos que quedar perplejos, ante la alegría de los que privatizan los beneficios, pero exigen el rescate público de las pérdidas y de los daños que han provocado con su falta de responsabilidad colectiva.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sin atajos posibles



La economía española crece más que las economías europeas más desarrolladas, pero su paro también.


La situación ha cambiado con mucha rapidez, de ser una de las que más crecía, y más ocupación creaba, se ha pasado a liderar la tasa de paro europeo.


¿Por qué el mercado de trabajo español tiene estas oscilaciones tan drásticas? ¿Por qué es tan sensible a los cambios de ciclo económico?


Básicamente porque todavía es un tejido económico que produce bienes y servicios basando excesivamente su competitividad en costes laborales bajos, con una regulación laboral tan flexible que hace del empleo el mecanismo de ajuste económico por antonomasia, ya que los otros han estado transferidos a la Unión Europea y sus instituciones.


Eso hace que el proceso de ajuste, cuando la economía se contrae, sea intenso, rápido, sencillo, pero durísimo socialmente.


Todo el mundo manifiesta su preocupación porpara la situación, pero no todo el mundo coincide en las soluciones.


Por una parte los gobiernos (el español y el catalán), la patronal y los sindicatos, buscan, con lo dialogo social, avanzar hacia hacia el cambio de modelo productivo de bienes y servicios. Son conscientes de la necesidad de transitar hacia un modelo que incorpore más calidad y valor a los productos y a los procesos, dónde el aprovechamiento de los trabajadores como a fuerza de trabajo dé paso al de su conocimiento, dondedónde la mejora de las infraestructuras físicas (viaries, ferroviarias, Aéreas, marítimas, energéticas e hidráulicas) y las del saber aplicado (universidades, parques científicos, centros tecnológicas) sirvan para acompañar y hacer a más efectivos los esfuerzos inversores de los empresarios y emprendedores.


Otros - algunos de los han disfrutado del festival de resultados positivos - ahora vuelven a reivindicar como salida las mismas recetas de hace 20 o 30 años, más flexibilidad, y menos protección social. Eso sí, lo hacen llenándose la boca en nombre de la urgencia y la modernidad.

Es cierto que se va con retraso. El estímulo de unas ganancias rápidas y abundantes, sin tener que cambiar lo que se hacía y como se hacía, ha sido una adormecedora muy eficaz, ha retenido el paso del cambio. Por eso no hay atajos, ni vueltas atrás, posibles.

La única solución es cambiar el modelo productivo y las relaciones, aunque eso sea más lento y complejo que las pseudosoluciones drásticas que propugnan.


Las próximas cuentas públicas (las generales y las catalanas) se tienen que enfocar a abordar las soluciones de fondo para la economía, pero también a atender a las personas sin empleo mediante políticas activas personalizadas y también a establecer los servicios y las prestaciones públicas necesarios (pensiones, salud, educación, servicios sociales) para aquéllas otras que sufrirán los efectos más negativos de la crisis. Ésa es la prioridad. El déficit cero, no, porque la economía está al servicio de las personas y no al el revés.


Como ya he reiterado anteriormente en este mismo blog, atender esa prioridad no se contradictorio, sino complementario, con el hecho de dar realce e importancia a la negociación de los financiación autonómica, pues muchas de estas políticas son competencia de los gobiernos autonómicos.


A su vez, el diálogo social se tiene que orientar hacia el ajuste entre el nuevo modelo económico que necesitamos y las relaciones laborales adecuadas al mismo.


Así como unas relaciones laborales basadas en la inseguridad, la inestabilidad y la precariedad laboral son posibles - e, incluso, coherentes - en un modelo productivo, donde se quiere que las personas obedezcan y reproduzcan instrucciones simples y repetitivas dentro de unas estructuras empresariales muy jerarquizadas, de carácter manufacturero o de servicios poco cualificados, resultan totalmente inadecuadas y desaconsejables para la gestión del nuevo sistema productivo. Éste requiere de otro modelo de relaciones laborales. Un modelo favorecedor de la iniciativa, la responsabilidad, la aportación de los conocimientos de las personas que trabajan y que, por lo tanto, sustituya la jerarquía autoritaria por el liderazgo motivador. Un modelo donde la formación permanente sea la garantía de que la capacidad de adaptarse al cambios no se resuelva con la pérdida del capital humano.


Ésta es la razón de fondo que hace tanto caduco, inútil y fuera de lugar esas recetas retrogradas que se quieren utilizar políticamente económicamente o socialmente, para ganar ventajas privadas o partidistas, no para ganar réditos colectivos.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Salidas duraderas


En estos los últimos años de bonanza económica han crecido con tanta moderación y se han ajustado tanto al alza de los precios que incluso el salario medio ha descendido, pues la gran cantidad de empleos que se han creado tenían retribuciones inferiores a ella.
A pesar de ello, nuestra economía no ha mejorado su productividad.

Constituye un error social y económico buscar en la congelación de los salarios la salida a la situación, puesto que no son uno de los factores desencadenantes.
Un error social porque el empobrecimiento relativo de las personas que viven de su trabajo y que no se han beneficiado del crecimiento económico puede producir una reactivación de la conflictividad social, ya de por si previsible ante el incremento de crisis empresariales.
Y un error económico porque, de nuevo, se orienta la salida hacia un modelo de competitividad que está caduco, el que se basa exclusivamente en los bajos costes laborales. Si los precios industriales crecen un 10% debido al impacto de la factura energética o el precio del dinero obtaculiza la puesta en marcha o reforma de proyectos viables o si el valor del euro dificulta nuestras exportaciones, la solución hay que buscarla en la eficiencia energética o en la mejora de la productividad y no en la congelación salarial.
Esas opciones que parecen fácilmente adoptables a corto, suponen una trampa a medio y largo plazo porque agravan los problemas y aplazan las soluciones duraderas.
El planteamiento del Ministro de Trabajo es una reflexión equilibrada e inteligente sobre cómo reconstruir nuestro tejido económico con bases más sólidas y todo ello, con dialogo y pactos asumibles por las partes.
Por eso sería bueno que agentes económicos y sociales lo escucharan e hicieran suyo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Bloqueados



Financiación y presupuestos se han entrelazado. Ambos corren el riesgo de bloquearse mutuamente.

¿Es posible bloquear los presupuestos del Estado? Sí, pero no es conveniente para nadie.

Coincido, en eso también, con mi amigo López Bulla que hace a uno días en su bloc, "Metiendo Bulla", en pleno verano se atrevía a reflexionar preguntándose: "¿HAY QUE BLOQUEAR EL PRESUPUESTO DEL ESTADO?.

No es conveniente políticamente, pero sobre todo no lo es socialmente. Especialmente, ésta última, por los efectos que produciría sobre las personas que tienen que recibir sus resultados.

Las prorrogas presupuestarias producen fuertes impactos económicos, muchas veces contradictorios y no siempre positivos.

Resultan "muy útiles" como mecanismo de ajuste y contención del gasto público y más cuando los ingresos públicos caen por el frenazo de la actividad económica, eso podría incentivar en aquéllos "economicistas de miras cortas" que quieren dejar actuar a las fuerzas del mercado para reordenar la situación, en que nos encontramos, a defenderla como mal menor, obviando, además, tener que debatir las actuaciones económicas para hacer frente a la situación, pues "tener que atender las demandas sociales, pervierte la ortodoxia económica".

No obstante, para el resto de los mortales esta situación resulta muy poco recomendable pues, al mismo tiempo, impiden reorientar el potencial del presupuestos hacia lo que hace falta para encararla, ya que en la contención del gasto pública no se encuentra la solución, sino en la ejecución de una política económica anticíclica.

Pero aquello que me parece más relevante, y a veces más olvidado, es que eso agrava todavía más los efectos negativos de carácter social de la misma. Sin la priorización en las medidas económicas para afrontar la situación y las medidas sociales para paliar los efectos, la crisis tendrá unas consecuencias peor por los sectores sociales más desprotegidos, delante de ella. Por eso resulta tanto irresponsable abonar esta opción y sorprende la alegría con qué algunos manejan esta situación que no beneficia a nadie.

¿Quiero decir que este elemento no puede estar presente en el proceso de negociación de la financiación? En absoluto. En primer término, porque ya es y en segundo, porque están relacionados. La financiación tiene que tener reflejo en el presupuesto y al revés. Lo que yo afirmo, es la conveniencia de no tener que llegar a utilizarlo, o como a mínimo, que se sea consciente de que no es un instrumento de presión unidireccional.

Por otra parte, el Gobierno Central tampoco puede hacer como si eso no fuera un riesgo real, para intentar de esta manera ganar una mejor posición relativa en el proceso negociador. La no superación de la tramitación parlamentaría del presupuesto supondría un duro revés político. Se haría patente que ahora, y a pesar del avance electoral, no se consiguen trabar las alianzas suficientes para sacarlo adelante, como se hacía antes. Sin un acuerdo sobre financiación autonómica que pueda ser asumida en Cataluña no habrá desbloqueo, ya que la aportación de todos los diputados catalanes, incluidos los 25 del PSC, son imprescindibles. Quizás porque es una de las pocas vías políticamente posibles que restan para sacar adelante los presupuestos, pues la otra vía para alcanzar la mayoría suficiente, la vía vasca del PNV, aparece cerrada, mientras el referéndum de Ibarretxe se mantenga.

En Cataluña, el bloqueo presupuestario y la prórroga del vigente, suponen la no aplicación del Estatuto y el mantenimiento del deficiente sistema de financiación actual, que pactaron CiU y PP, es decir un mal negocio.

No es malo que se sea consciente de que éstos (presupuesto y financiación) son un par de cuchillos sin mango. Quién quiera utilizar uno, contra la otra parte, se harà tanto mal como el que quiere provocar. ¡Ayudará mucho en este proceso tener una posición templada, que no tibia!

Como siempre en las negociaciones, y ésta no es demasiado diferente, para desbloquear este "sodoku" tienen que ganar todos.

Así pues, lo que procede es que todos trabajen para el acuerdo, no para quedar bien o derrotar el otro. Éste es un proceso que se resuelve con inteligencia, firmeza, discreción y habilidad negociadora, como las que practica el Presidente Montilla y no con salidas de tono, protagonismos, exhibicionismos y palnteamientos de vuelo gallináceos.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Por segunda vez


Las personas somos los únicos animales que tropezamos dos veces en la misma piedra, asevera un muy conocido dicho popular.
Quizás la cita no sea científicamente acertada, ya que la humanidad ha progresado aprendiendo de los errores, más que de los aciertos. No obstante, eso ha sido así, siempre y cuando, se hayan extraído las consecuencias de los errores y no se hayan empeñado en repetirlos.Así pues, el dicho popular cabe imputarlo al hecho de perseverar en el error, por incapacidad de haber aprendido del primer traspié.

Eso es lo que ha sucedido en Cervera (lleida), con la empresa italiana ACC Spain, antes Cubigel.

El año 2002, Lear Corporation SA decidió cerrar la planta que tenía allí con cerca de 1300 personas empleadas, alegando falta de rentabilidad, que no pérdidas. Entonces, se suscitó un intenso debate sobre la deslocalización de actividades de bajo valor añadido y la reindustrialización de las zonas que afectaban.

Por urgencia, necesidad y conveniencia política (relaciones entre asesores de la empresa y altos dirigentes de la Generalitat de CiU y la proximidad de las elecciones del 2003), se cerró el tema con ingentes de ayudas públicas y reindustrializando con el mismo modelo que estaba fracasando.

En el 2003, después de hacer comprar, al INCASOL, las naves que Lear tenia en Cervera y esos recursos sirvieran para financiar las indemnizaciones laborales, desde el Gobierno de Cataluña se hizo que, de nuevo, este organismo público las adecuara (otro vez con cargo al erario público) y las ofrecio a Cubigel, para que se instalara y intentando así poder presentar un supuesto éxito político.

Al cabo de cinco años, este proyecto ha hecho aguas. Se han perdido "bueyes y esquilas", es decir, el dinero público y los puestos de trabajo. Y eso a pesar de los intentos que desde los posteriores gobiernos de izquierdas catalanes se han desarrollado, todos éste años, para intentar enderezar un proyecto mal concebido.

Apostar por un modelo productivo de bienes y servicios con más valor añadido, es menos rápido y se tiene que reconocer que tiene sus riesgos, pero sobre todo lo que tiene son posibilitados de éxito. Al contrario, replicando el modelo industrial caduco, que busca competir exclusivamente con los costes laborales directos, se pierde seguro.
Si hemos tropezado dos veces, que no haya una tercera, démosle a la gente de Cervera oportunidades reales.

Y aprendemos de los errores, para no repetirlos.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Luchar contra fantasmas


La futura sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto no avalará que Cataluña tenga un sistema de concierto económico y su financiación cabrá dentro del sistema general, según recogía "La Vanguardia" en su edición del día 4 de agosto haciendo rezo de una presunta filtración informativa.
¡Qué gran descubrimiento! Si la Constitución hubiera previsto un sistema de concierto económico para Cataluña, lo habría dicho. Y si el Estatuto lo hubiera buscado, también lo habría dicho. Pero, ni uno texto ni el otro, no lo dicen. La razón es sencilla, no forma parte de sus previsiones.
Por otra parte, que haya una relación bilateral Cataluña-Estado, no excluye que los acuerdos entre ambas no sean generalitzables - el Estado garantiza que así sea - y por lo tanto integrable en el modelo general. Es más, así se explicó junto con la defensa de la constitucionalidad del Estatuto.
El hecho de que el texto estatutario recoja la existencia de una agencia concertada - que no concierto económico -, una mayor participación en los impuestos no cedidos (IVA, IRPF y Impuesto de sociedades), una nivelación de los servicios básicos (salud, educación y servicios sociales) y una distribución que respete el nivel de población real, no harán que Cataluña deje de aportar recursos de forma absoluta y solidaria. Eso será así mientras su nivel de renta sea superior a la media estatal. En todo caso, la aplicación del Estatuto y con él, esos factores, a lo sumo corregiran un injusto exceso de transferencias, que por otra parte se necesitan para atender las necesidades básicas de las personas que viven aquí.
Si estos problemas no se derivan de los textos jurídicos. ¿Dónde nacen esos fantasmas? Pues en el imaginario político de quienes interpusieron los recursos, los cuales dan cómo alcanzadas las anunciadas, pero afortunadamente insatisfechas, demandas de los nacionalistas, que a su vez, justifican con ellas la insuficiencia del Estatuto. De nuevo con este juego, se crean unos inexistentes agravios a ambos lados, para después, pasar a combatirlos con virulencia y desaforo.
El Constitucional tiene que "pelearse" con los textos, no con fantasmas. Tiene que resolver pensando en lo escrito y no interpretar restrictivamente futuribles no planteados. Tiene que hacer como hacen las Cámaras de Comercio catalanas, centrar y concentrar el debate en lo concreto, como ha hecho cuando ha cuantificado los euros que separan los diferentes planteamientos.
Así se ayuda a avanzar hacia la solución, luchando contra los fantasmas, no.