miércoles, 5 de noviembre de 2008

Responsabilidad, no actos de fe


Fe es creer en lo que no se ve. A CiU nadie le pide que haga actos de fe, lo que la gente espera de ellos es que sean responsables.
Inmediatamente después de que el Gobierno de Cataluña hiciera público el anteproyecto de presupuestos para el 2009, los portavoces de la coalición nacionalista anunciaban que los rechazarían. Aunque no los conocían, porque no habían tenido ni tiempo de estudiarlos, dijeron que los rechazaban porque no se los creían. Nadie les pide que apoyen lo que conocen, pero si les es exigible que no rechacen lo que desconocen.
2009 será previsiblemente un año difícil, la evolución de la económica así la augura. Las líneas maestras que contiene el proyecto de presupuesto elaborado por el equipo que lidera el Conseller Castells se ajustan a lo posible y necesario. Que no es otra cosa que contener el gasto corriente - congelación de los salarios de los altos cargos incluida - e incrementar los recursos para atender las necesidades del país: mejorar las infraestructuras, incrementar la investigación aplicada a la producción y la atención de aquellas personas que más lo necesitan.
Los presupuestos se podrán mejorar trabajando, codo con codo, con el Govern de Catalunya. Rechazándolos, sin conocerlos y sin proponer alternativas, no. En lugar de oposición tendría que practicar la proposición y más cuando se trata de dar salidas a los problemas de las personas que viven en Cataluña.
De nuevo sus estrategas se equivocan, anteponen sus intereses partidarios de volver al Gobierno a los de las personas que quieren representar.
Se olvidan de que la mayor preocupación de la gente, hoy, es que desde la política se trabaje conjuntamente contra la crisis, no que se utilicen sus problemas para hacer política.
Los gobiernos (el catalán y el español) están tomando medidas para afrontar los problemas de las entidades financieras, pero también se preocupan y se ocupan de los problemas de las personas de a pie. Intentan que el máximo número de ellas continúen trabajando, que si pierden su trabajo se recoloquen, se formen, o puedan continuar haciendo frente a los pagos de sus hipotecas.
A la oposición, cómo no está en el gobierno, no se le pide nada de todo eso, ni que haga actos de fe en relación al gobierno, sólo responsabilidad. Y ni eso son capaces de hacer.

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