jueves, 31 de enero de 2008

Carta abierta a Manolo (Pizarro)


Manolo (he leído que el Sr. Manuel Pizarro quiere que lo llamen así):


Siento tener que contradecirte, pero ¡trabajaste por una hacer Endesa alemana antes que catalana!.
El hecho de que no lo dijeras, no quiere decir que lo quisieras, que no trabajaras, o hicieras trabajar a los tuyos, para conseguirlo.
Desde el principio de la OPA planteada por Gas Natural, te lanzaste en busca de un "caballero blanco", que como en un libro de caballeria liberara a la “princesa Endesa del dragón Gas Natural”, que lo asediaba.


Negarlo no es, en absoluto, un mérito, es un demerito. Y más para una persona como tú, que haces ostentación de decir la verdad, dar la cara, ser claro y directo.
Pero en todo caso, esconderlo, me demuestra que eres lo suficiente hábil para mantener oculta tu agenda. ¿Por eso al oírte jugar con las palabras para negar lo evidente, me haces pensar en cuál es la agenda que nos ocultas ahora?

Todos sabemos que el Sr. Rafael Miranda, tu fiel escudero, fue a quien gestionó y ofreció a E.ON el papel de "caballero blanco". Dudo de que lo hiciera a espalda tuyas y sin tu conocimiento. Porque, si fuera así, la gente empezaría a pensar que: "si no controlabas a tus subordinados en la empresa que presidías, ¿que no te podría pasar si llegaras al Gobierno de España"?.

Manolo, ¿ves cómo no te interesa continuar enredándote en esa "inexactitud"?. Recuerda que se "coge " antes a una persona que no dice la verdad que en una coja.

Por último, te tengo que reconocer que durante el tiempo que presidiste Fecsa-Endesa empezaste a invertir en Cataluña para conseguir mejorar la calidad del suministro eléctrico que estaba mucho por debajo de los estándares asumibles.
Ahora bien, observo que con tu habilidad dialéctica, haces de la necesidad virtud. ¿Lo has olvidado, o no lo quieres recordar?. Hasta el año 2004, con la llegada a los gobiernos catalán y español de las izquierdas, y su actitud exigente, no se produjo el cambio de tendencia inversora. ¿Verdad que lo recuerdas?. Ni una subestación del Plan Tramontana, se puso en marcha hasta la llegada de los socialistas a la dirección de las políticas energéticas de Cataluña y España.

Digámoslo claro, el incremento de las inversiones, para mejorar la calidad del suministro eléctrico en Cataluña, no se produjo hasta que tu amigo Jose Maria Aznar no salió del Gobierno.
Un amigo con quien, por cierto, os quedasteis a oscuras, durante el apagón del 27 de diciembre del 2003 en la Vall d'Aran, donde los dos estabais de vacaciones navideñas. No sé si en tu casa. Ésa, que me parece que ya no tienes, pero que utilizas como ejemplo de tu amor por esta tierra.

Manolo: de un medio turolense (ya te dije que dos de mís abuelos eran de Teruel y que los primero años me crié en el Bajo Aragón) a un turolense entero, deja de fingir que te preocupa mucho Cataluña. Tus hechos no te acompañan. Creo que sería mejor que te concentraras en intentar defender a tus amigos, a su partido y tus ideas.

Eso lo podemos aceptar, aunque no lo compartimos. Pero que nos tomes para bobos, no.

Así que, saludos cordiales y hasta otra

miércoles, 30 de enero de 2008


"Más vale prevenir, que curar". Ésa es la doctrina aceptada y exigible ante todo tipo de riesgos y más si se trata de salvar vidas.

Eso fue lo que hizo la Guardia Civil, hace cosa de una semana. Existía el peligro de que se cometiera un sangrante atentado en Barcelona o, como mínimo, se tenía información que podría producirse. Llevó a cabo una actuación preventiva, partiendo de esta información e indicios, y detuvo a catorce personas, evitando que pudiera llevarse a cabo.

Actuó partiendo de las posibilidades que confiere el Estado de Derecho y dentro de él. Fueron detenidos, acusados y puestos a disposición la Justicia. Y Ella( la justicia), partiendo de la pruebas, decidió liberar a cuatro de las personas detenidas e iniciar el procesamiento de las otras diez.

Prevención antiterrorista, basada en la eficacia policial y con respecto a las reglas del derecho. Eso es lo que la ciudadanía quiere, necesita y valora. Eso es lo que nos da seguridad ante el riesgo.

¿Entonces, por qué cuestionar al Consejero Joan Saura por decir que "más vale prevenir que curar"?

Los responsables políticos informaron hasta donde sabían y debían. Todos entendemos que en la lucha contra los que no respeten la vida no podemos darles ninguna baza. De ello dependen vidas. Se tiene que informar, sí; para evitar la alarma social, el temor y el terror, pero radiar la lucha antiterrorista, no.

CiU, por boca de Felip Puig, cometió un descomunal error. Utilizar la lucha antiterrorista para la confrontación política, eso sólo beneficia a los violentos.

Al atacar de forma frívola e irresponsable al Consejero Joan Saura, rompió su práctica habitual de dar apoyo incondicional a quien dirige los cuerpos de seguridad. ¿Qué y a quien defendía con eso? A los ciudadanos seguro que no.

Las elecciones no dan patente de corso para decir y hacer estas barbaridades.

miércoles, 23 de enero de 2008

Manual para "nimbys" o miembros de la cultura del "no"

ADVERTENCIA PREVIA:
Eso es un pequeño "divertimento".Gente sin sentido de humor abstenerse.


Se trata de explicitar aquello que parece ser el manual de los representantes de la cultura del "no" o sus activistas camuflados, es decir, los valedores del síndrome del nimby, acrónimo de: Not In My BackYard (no en mi patio de detrás).

Evidentemente, no se el resultado de ningún estudio o investigación sociológica, sino exclusivamente un intento de sistematizar la observación de la experiencia vista o vívida.

Empecemos, para ser un buen miembro de "la cultura del no" ante una infraestructura, obra o actuación orientada a ofrecer una prestación o servicio de carácter colectivo, conviene:

Primero, cuestionar la necesidad de la actuación desde la perspectiva individual. "Yo, o nosotros, no la necesitamos, nosotros ya tenemos nuestras necesidades cubiertas".

Segundo, poner en duda la actuación, con todo los medios posibles. Ya sea desde una concepción supuestamente técnica, de la seguridad de la misma o de la afectación negativa sobre las personas o los cosas. "No se aguantará, Produce enfermedades, incomodidades, etc." "Hundirá mi casa o la Sagrada Familia".

Tercero, descalificar a todas las personas e instituciones que defiendan el proyecto, lo expliquen o lo quieran negociar. Las líneas fundamentales por este objetivo son:
-relacionarla, a ser posible, con oscuros intereses económicos o, en su defecto, políticos.
-negarle capacitat técnica
-o las dos al mismo tiempo

Cuarto, rechazar cualquier intento de participación o debate sereno y neutral sobre la misma. Se tratar de devaluarlo, de pedir más información, de negar que la información facilitada sea la adecuada, la necesaria o, incluso, que sea cierta.

Quinto, no ofrecer ninguna solución. "Si se entra a debatir o racionalizar el tema, nos pueden convencer de que estamos equivocados o que la opción es buena".

Sexto, si no queda más remedio que ofrecer una propuesta de solución, entonces hay dos opciones:
-endosarle a otro la actuación. ¿"Porque no lo hacen en la calle del lado, o en otra comarca"? "Si la actuación la hacen en otro lugar entonces los problemas desaparecen".
-formular una supuesta solución. Pseudo solución que tiene que fundamentarse en criterios supuestamente técnicos. No tiene porque ser necesariamente formulada para resolver las necesidades de carácter general, sino que debe atenerse a validar la posición que se sostiene.

Séptimo, organizar una plataforma contra esta actuación. Mucho mejor si se consigue que alguna expresión política, necesitada de proyección y clientela porque lo necesita para hacer oposición,entre a formar parte, a pesar de eso, es necesario continuar diciendo que no se es político.

Si alguna persona considera que puede añadir criterios a este manual, que no se reprima.

¡¡Participad, proponed!!


El túnel del AVE y la cultura del no


Resulta, como mínimo, curioso ver a CiU y PP sumarse a la cultura del no, a cuenta del túnel del AVE para Barcelona, después de haber criticado a los que la practican, hasta la saciedad.

Por fin, el viernes pasado se adjudicó la construcción del túnel que unirá las estaciones del AVE de Sants y Sagrera en Barcelona. El consejo de administración de Adif lo aprobó con tres meses de retraso, fruto de los problemas vividos en la red de Cercanías

A esta infraestructura se le está aplicando el manual de los representantes de la cultura del "no" o sus activistas camuflados, es decir, los valedores del síndrome del nimby, acrónimo de: Not In My BackYard (no en mi patio de detrás). que encontraréis en este blog.

Así pues, quizás que haga falta dejar claro desde el principio, que esta infraestructura incrementa la potencia del transporte ferroviario de pasajeros del área metropolitana y los servicios regionales de Cataluña, al liberar en los túneles actuales de las servidumbres derivadas de los trenes de largo recorrido. Con el túnel del AVE, Cercanías crecerá. Sin él, no.

No es una infraestructura pensada, exclusivamente, para conectar Cataluña con el resto de España y Europa con rapidez con el medio más eficiente, energéticamente hablando, que tenemos al alcance (incluso más que el tren de cercanías), hecho que ya de por sí la justificaría con creces, sino que está pensada para vertebrar el territorio, conectando las cuatro capitales de provincia catalanas. (por eso tiene que atravesar Barcelona) y al mismo tiempo mejorar el transporte de proximidad. No hay contradicción en AVE y Cercanías, hay complementariedad.

En este tema hay que ser serios, el túnel se tiene que hacer. Tenemos una necesidad y una oportunidad, lo tenemos que aprovechar. Se tiene que hacer con seguridad, por descontado, con transparencia y sin dilaciones.

No obstante, "el frente del no" compuesto por CiU, PP y ERC, están exhibiendo en este tema la versión más oportunista y menos noble de la política.

Están fomentando de la irracionalidad y el miedo. En lugar de exigir seguridad en la construcción, animan y expanden dudas, rumores y temores. Los riesgos siempre se combaten con la prevención, no huyendo de su solución.

Están supeditando las necesidades globales a sus intereses partidarios. Este túnel fue acordado cuando PP, CiU y PSC encabezaban los gobiernos central, autonómico y local, respectivamente. Si era bueno antes, también debería serlo ahora, aunque ya no gobiernen. Estos cambios oportunistas e instrumentales de los criterios genera más desconfianza en la política y los políticos, ¡después, que no se quejen!. La gente deduce de hechos como éstos que los discursos y argumentos que se dan no tienen nada a ver con la realidad o con el interés colectivo, si no que se hacen por intereses partidarios.

Nunca se construyó nada desde la cultura del no. Vender miedos, ofrecer indefinición, frustración y más retrasos como hacen a Rajoy i Duran, nunca dio votos. Quizás creen más desencanto, pero no los darán más votos.

Se equivocan creando problemas o esperando que el PSC los tenga. Los que los sufrirán, si surgen, serán la sociedad y la economía catalana.

Sin embargo, sobre todo, su error político fundamental radica en el hecho que con su actitud ente dejando a los socialistas el liderazgo de las soluciones. Que conviene no olvidar, la gente lo que quiere son soluciones, no problemas

Nosotros sabemos que la gente nos da, y renueva, su confianza si creen que podemos ayudarlos a resolver sus problemas. Y eso se lo que estamos haciendo. Asumir los problemas y gestionar las soluciones.

miércoles, 16 de enero de 2008

Romper la vajilla


"Estáis rompiendo la vajilla y después costará mucho reponerla", le dije al, entonces, dirigente local del Partit Popular de Cataluña y, ahora, miembro de la dirección catalana, en los momentos más duros del debate sobre el Estatuto.

Con la contundencia que lo caracteriza, respondió: "Cuando volvemos a gobernar ya compraremos otra vajilla".

En términos de menaje del hogar, sustituir una vajilla por otra no supone un gran problema, si tienes recursos para pagarla, claro. Pero en términos políticos y sociales, eso ya es “harina de otro costal”.

Durante mucho tiempo la política ha servido para racionalizar o resolver los conflictos sociales y de convivencia. Hoy, se han girado las tornas. Desdichadamente las derechas se dedican, desde la política, a crear problemas donde no había.

Ya lo hemos sufrido. Hemos sufrido esa negativa experiencia, cuando, a cuenta del Estatuto, se difundió la idea de que todas las personas que vivimos en Cataluña somos insolidarias con el resto de España. Cuando la realidad es la contraría. El PP atizó la catalanofòbia entre los otros pueblos de España, sólo por intereses políticos.

España no se rompió, entonces, porque el proyecto político del Estatuto no buscaba romper España sino actualizar las relaciones, asumiendo más responsabilidad en la resolución de los nuevos problemas.

Ahora, de nuevo, se pretende crear problemas donde no hay. En Cataluña, no hay problema lingüístico, por más que se empeñe Aznar, la FAES o el PPC en decir el contrario. A pesar de eso, han decidido hacer de la lengua uno de los elementos de su campaña electoral.

No lo hay en la escuela, donde los niños acaban su educación dominando las dos lenguas, el castellano y el catalán, dándole así los recursos lingüísticos necesarios para desarrollarse libre y plenamente. No lo hay en la administración pública, que tiene que atender y atiende a cada ciudadano en la lengua que el elija. No lo hay en el conjunto de la sociedad catalana y eso es lo más importante.

La razón por la cual los apocalípticos mensajes lingüísticos de la derecha española no han generado confrontación social, es porque aquí todos sabemos que son inciertos. Pero insistirán. Y el riesgo es que si "tanto va el cántaro a la fuente”, al final se rompa. Y más si desde el otra lado, los nacionalistas catalanes de derechas (CiU) o de izquierdas (ERC), se meten, también por intereses electorales, en un dinámica de retroalimentación.

Intentar ganar unas elecciones, no justifica romper la vajilla.

Haríamos bien en no permitirlo y "esperarlos en las urnas" para castigarlos.

miércoles, 9 de enero de 2008

Ajustando la economía

Dicen que la economía es como una mesa de 4 patas. Siempre hay una de ellas que no toca en el suelo y hace que la mesa "baile".

Añadir una cuña o limar una de las otras tres patas, es el sistema para ajustarla. Pero la exactitud, o la perfección, no existen y eso obliga un proceso repetido y constante.

Una cosa así lo sucede a nuestra economía, con el agravante de cada proceso de ajuste se presenta como una catástrofe y más si, como ahora, estamos en precampaña electoral .

Todos hemos estado avisando de la inconveniencia al fundamentar el crecimiento económico mayoritariamente en la construcción. Y ahora, que el sector se desacelera, ésta se presenta como el hundimiento del Titanic.

Nos escandalizábamos del imparable crecimiento del precio de la vivienda y ahora que se frena, nos rasgamos las vestiduras. Frenazo que, por otra parte, no comporta la reducción de los márgenes de beneficio por vivienda construida.

Asistimos, eso sí, a las dificultades de algunas empresas o grupos del sector que han especulado financieramente más que realmente construido.

Nuestra economía no está en crisis, crece más que la europea. Crea más ocupación que ninguna de ellas, aunque, este año, conviva con un leve incremento del desempleo. Pero sin embargo existen factores que conviene continuar equilibrando, como, el crecimiento de los precios, por el efecto de la evolución del petróleo o los productos alimenticios básicos, y la marcha de los gastos financieros.

Por eso, nuestra economía necesita ajustes. Ajustes finos, no mides brutales como pide la oposición del PP.

El Gobierno de Zapatero tiene que continuar ajustando con su política económica. Procurando la transformación de las bases de nuestro crecimiento económico, pasante del ladrillo a los productos y servicios de más valor añadido.

Tiene que articular políticas públicas económicamente y socialmente sostenibles, que tiendan al reparto de la riqueza producida, como por ejemplo ha hecho con la evolución del SMI llevándolo hasta los 600 euros.

Tiene que velar por que los ajustes no recaigan sobre los grupos de personas más débiles. La evolución de las pensiones mínimas, o la ley de protección de la autonomía personal, señalan el camino a continuar.

Por último, desarrollar actuaciones que tiendan a dar oportunidades de ocuparse a las personas que no tengan, o hayan perdido, su trabajo es otra faceta a hacer efectiva.

miércoles, 2 de enero de 2008

Caer en la tentación


Duran Lleida ha pecado de nuevo. Ha caído en la tentación, otra vez.

Una vez más, cuando se acercan unas elecciones, peca y saca el tema de la inmigración en Cataluña. La última vez lo hizo durante la precampaña de las autonómicas. Como ahora, lo intentó pero tuvo que rectificar y guardar el tema.

Ahora con su vídeo, como entonces con sus declaraciones, se ha vuelto a equivocar. Ha conseguido tener que decir aquello que escuchamos muchas veces: "Yo (mi vídeo) no soy xenófobo o racista, pero..." se ponen la venda que, antes de la herida, porque saben que están haciendo una afirmación, o un vídeo, xenófoba o racista.

No se trata de alegar que no se quiere ser políticamente correcto para que eso sólo sirve para esconder los problemas y así justificar todas las incorrecciones políticas que se quieran. Que un tema, sea de interés para la gente, no justifica la demagogia a la hora de tratarlo. En este tema, las afirmaciones que no son claras o se pueden mal interpretar, sobran. Por eso, organizaciones como SOS Racismo le han pedido que retire este vídeo.

Vídeo con el que, todo sea dicho, busca asustarnos, cuando vamos al cine, ofreciendo una imagen de Cataluña desde la desesperanza y el cabreo de aquéllos que consideran que la ciudadanía se equivocó cuando los echó de las instituciones.

Con él, CiU y Duran, no pretenden aparecer centrados, sino quitarle votos al Partit Popular Catalunya, por eso los imitan. Los populares ya hicieron el suyo, durante las municipales, por eso son los únicos que les han dado apoyo.

No ganan nada y, además, pierden credibilidad. ¡Tienen una mala pieza en el telar!

Si, de veras, buscara abordar la inmigración tendría que imitar en la suya correligionario Joan Rigol. Mientras fue Presidente del Parlamento, promovió una ponencia para debatir y establecer conclusiones, fuera del debate electoral. Pero ni ésta es su voluntad, ni pretende imitar a quien echó de los lugares de responsabilidad de UDC, porque representaba la mejor tradición demócrata cristiana del partido, que él quería controlar.

Duran Lleida sabe perfectamente que, su catastrofista vídeo, eleva a categoría una anécdota. Que un padre magrebí pretendiera que su hija de siete años no hiciera gimnasia, porque tenía que lucir pantalones cortos, no es ni la norma, ni el problema. Además, esconde deliberadamente la solución dada a esta situación. Como no podía ser de otra manera, fue la de anteponer el derecho de la niña, a disfrutar de un desarrollo corporal correcto, a las creencias del padre. Y la niña hizo gimnasia como las otras.

Anteponer los derechos de los niños a los de los padres se un método que ayuda a resolver siempre los contenciosos en el ámbito de la educación, ya sean por creencias religiosas, lingüísticas o pedagógicas.

Duran Lleida ha caído en la tentación de manosear demagógicamente el tema de la inmigración con fines electorales. Lo mejor que podría hacer es rectificar.