jueves, 31 de julio de 2008

Artur ...¡¡¡¡estáte quieto!!!



¡"Que poco dura la alegría en casa del pobre"!, dice un dicho. Y es verdad.
Era demasiado para él. No aprenderá nunca. Ni de su maestro político, Jordi Pujol, ni de nadie. "Ahora no toca" ... moverse de la barrera que las fuerzas políticas de Cataluña han constituido para defender el contenido del Estatuto y para que no nos marquen un gol. Pero él, como si nada, ...se tiene que mover, tiene que intentar sobresalir.
Pues bien, su discípulo (Artur Mas) no solo no lo dice eso, sino que hace todo el contrario. Pide, a gritos, que lo utilicen.
Debe considerar que formar parte de la barrera defensiva no es trabajo para él. Que no sufra cuando llegue el momento de trenzar otro tipo de jugada, ya tendrá papel, y podrá exhibirse y hacerse fotos y todo lo que necesite, siempre que haya trabajado en equipo y para el equipo.
Pero ahora no toca abrir grietas, no es hora de las "prima donna".
Ese afán de protagonismo es el que le lleva a decir: "si antes del día 9 no hemos definido lo que queremos, CiU dirá la suya". ¿No habíamos quedado en que queríamos una propuesta más definida por parte de la Administración Central?. ¿Porque nos tenemos que mover antes de que se concrete la oferta?. ¿De verdad, quiere colaborar a alcanzar una buena financiación o está más preocupado por su protagonismo?
¿Artur, no te das cuenta que eso no es hacer país? ¿Qué nos debilita colectivamente? ¿Qué es lo que algunos quieren? Que nos movamos, que abramos las defensas.
Artur, por favor ... está quietecito, que estás más ... ¡¡¡"guapo"!!! Gracias!! (respuesta tipo Polonia, el programa de TV3)

miércoles, 30 de julio de 2008

Tensar la cuerda


La cuerda se ha tensado. Justo en el momento de iniciarse formalmente la negociación sobre la reforma de la financiación autonómica, se ha tensado.
El tiempo de las divagaciones y movimientos tácticos ha concluido. Se ha acabado el paréntesis abierto para los congresos de los partidos, los presupuestos generales esperan. Y surgen las tensiones.
Es este momento de la negociación donde, sin mover ficha, cada parte espera que se la otra la que mueva las suyas, naturalmente, a la baja. Por eso, la cuerda se ha tensado tan rápidamente.

Ahora bien para que esta negociación evolucione desde las fases de tensión hasta el acuerdo, hace falta que se sea consciente de que están negociando los gobiernos, no los partidos. El hecho de que los negociadores tengan la misma orientación política puede ayudar a que la cuerda no se rompa, pero lo que hará posible el acuerdo es el contenido y no la empatía.
Cuánto antes lo entienda el Gobierno Central, más rápido se producirá el acuerdo. Lo digo porque estos llamamientos que algunos gobernantes (centrales o autonómicos) hacen a la responsabilidad del socialismo catalán, estas imprecaciones a la solidaridad, después de la publicación de las balanzas fiscales, no favorecen la negociación. Hace bien el Presidente y el conjunto del Gobierno de Catalunña, de no caer en la tentación de responder. Supongo que en estos momentos y después del discurso del 20 de julio en el Congreso del PSC, nadie bien intencionado confundirá esa prudencia con supeditación.
Están en juego los recursos para atender las necesidades de las personas que viven en Cataluña, por eso el Presidente Montilla advertía de su preferencia y su obligación hacia ellas si lo obligaban a escoger, aunque manifestara su esperanza a no tener que escoger.

La aceptación nominal que hace Solbes de los criterios enunciados en el Estatuto de Autonomia de Catalunya no garantiza el rendimiento final de la financiación. Éste es el nudo de la cuestión.
No es algo que sea nuevo, en todas las negociaciones anteriores ha sido así. Venimos de un sistema de financiación basado en la participación en los presupuestos generales del Estado, donde la Administración General lo repartía todo, porque lo tenía todo. Hemos evolucionando hacia un sistema donde la participación en la cesta de impuestos estatales no transferidos, hace que los ingresos tengan más relación que antes con la contribución fiscal de las personas que vivimos aquí y con la actividad económica que se desarrolla aquí.
No obstante, la aplicación de este proceso de menos graciabilidad estatal no se traduce en un crecimiento limpio y automático de los ingresos. Es lógico que sea así, la Administración General del Estado - no confundir con el Estado, que somos todos - ve reducida la disponibilidad de los recursos que podía transferir, pues una parte, cada vez mayor, ya esta comprometida de forma automática (cesta de impuestos) para el sistema de financiación y entonces tiene que reducir las transferencias.
Incrementar la participación en los impuestos estatales, del 33% al 50% del IVA y del IRPF y del 50% al 58% del Impuesto de sociedades, hará que suban los ingresos, atender los servicios básicos partiendo de la población real también, pero según cómo evolucionen otros fondos estatales, de los cuales Cataluña también es receptora, el saldo final pueden reducirse de manera substancial.
El Gobierno Central necesita el acuerdo para tener aliados suficientes en un presupuesto que no le será fácil, pues tiene que servir para hacer frente a la difícil situación económica, CiU porque sin participar de forma positiva en la mejora del injusto sistema de financiación que pactó con el PP no será una alternativa creíble y el Gobierno de Cataluña para consolidar su proyecto de transformación de la sociedad en Cataluña.
En este acuerdo a tres bandas, todos pueden ganar y por eso el acuerdo es posible.
¡Todos lo necesitan y se necesitan, así pues, mejor que no se continúe tensando la cuerda!
PD (01/08/2008): Hoy aparecen en los medios de comunicación algunos datos - que sin tenerlos que aceptar como buenas - ayudan a entender con números lo que decía:
- El incremento de los recursos procedentes de la canasta de impuestos (del 33% al 50% del IVA y el IRPF) se sitúa en torno a los 5.400 millones de euros.
- La Cámara evalua que los efectos de la apliación de la financiación prevista en el Estatuto podrian situarse entre los 3.500 ó 3.800 millones de euros, fruto de esa reducción de los otros fondos.

Así pues, los planteamientos de CiU situándose en el primer escenario sólo puede entenderse como la expresión de su actitut radicalizada (intentar sacar pecho) que no de ayuda en el avance para alcanzar un acuerdo.

martes, 29 de julio de 2008

Mirar a corto y a largo.


Resulta chocante, que casi no exista un contraste de opiniones sobre las medidas que se están haciendo públicas para abordar la preocupante situación económica. Al fin y al cabo, saber si se está gastando el dinero correctamente, es importante.


Quizás eso se debe a que las formaciones políticas de la oposición (PP y CiU), más que por las desazones de la gente y las soluciones a sus problemas, estén interesadas por el ruido político y la semántica.
Lo digo porque, todavía, es la hora que escuchemos alguna propuesta por su parte.
La mayoría de estas medidas son a corto plazo y creo que así tiene que ser. Con ellas se busca que los problemas del sistema crediticio y financiero no ahoguen proyectos empresariales viables ni a los ciudadanos, que no se hunda el sector de la construcción, mantener la capacidad de consumo de las familias y atender a las personas afectadas. Es decir, que la rueda continúe girando.
Además, las medidas a corto son imprescindibles, pues sino la gente pensará, con razón, que la hemos abandonado a su suerte.
"Sin ellas, la gente no nos entenderá" proclamaba José Maria Álvarez, máximo dirigente de la UGT catalana, en el momento de explicar que patronal, sindicatos y Gobierno de Cataluña acaban de renovar hasta el 2011 el Acuerdo Estratégico alcanzado hace tres años, para mejorar la competitividad de la economía catalana, con 102 medidas a medio y largo plazo.
Era la verbalización simple y directa de lo que se tiene que hacer, mirar a corto y a largo, al mismo tiempo.
Lo que se haga para mañana, no puede impedir aquello que se tiene que hacer para pasado mañana. No es antagónico sino complementario. Se puede, y se debe, debatir públicamente si lo que ahora se hace va en la buena dirección, pero nunca contraponerlo. La verdadera respuesta y salida a la situación actual se encuentra en un cambio profundo del modelo productivo vigente.
Trabajar, desde ya, para cambiar hacia un modelo económico más resistente a las adversidades y hacerlo mediante inversiones en infraestructuras, reformas de la formación profesional o del sistema de investigación y desarrollo, no es errar el rasgo, ni el "tempus", es sencillamente construir un futuro más estable y más seguro.
Es más, con esta renovación del Acuerdo Estratégico están reconstruyendo la confianza, un factor económico y social tan intangible, como imprescindible para afrontar con éxito la superación de cualquier tropiezo.
Confianza en nosotros mismos. Confianza en que los problemas se superarán, como siempre, trabajando a corto pero con la perspectiva del largo plazo. Tocando de pies de en el suelo, sin renunciar a soñar, y construir, un futuro mejor.

miércoles, 23 de julio de 2008

Calentón


Lo que ha dicho Felip Puig no es fruto "de una calentón".


Conociendo a la persona, y al personaje que interpreta, que todavia ahora continúe obstinandose en afirmar que el Presidente Montilla destroza el catalán cuando habla, no es una calentura verbal.


Cuatro días de diferencia (los que van desde un día antes del congreso del PSC a un día después de lo mismo) son un espacio de tiempo suficiente extenso para enfriar y rectificar cualquier exceso o equivocación verbal.


Y éste lo es, en grado supremo. Hasta los suyos - los más serios- se lo han recriminado. Porque supone despreciar el esfuerzo de muchas personas por conocer y utilizar el catalán cada vez más y mejor.


¡Con los manifiestos que están cayendo, no está el ambiente por éste salidas de tono!


¿Entonces, por qué vuelve sobre el tema? Sencillamente, porque no es uno calentón. Forma parte de una fría y calculada estrategia política, que busca directa y únicamente desacreditar y erosionar al Presidente.


CiU conlleva fatal que la figura de José Montilla se consolide y crezca. Eso se refleja, incluso, en sus propias encuestas, y no sólo lo hace superando en valoración en Artur Mas, sino que además lo hace entre personas que han votando la coalición. Y por eso han decido actuar así.


Si en eso le añadimos, la voluntad del PSC, que ha sido capaz de reflejar en su 11º congreso, para ocupar la centralidad política, en la cual él (Felip Puig) y los suyos han renunciando voluntariamente al radicalizar su discurso nacionalista y continuar entestados con disputarse el espacio político con ERC. Entonces es cuando empieza a enterse que quieran erosionar al Presidente, y en especial, entre las personas catalanoparlantes, que consideran de su propiedad.


Para ellos es imprescindible que el electorado catalanista no establezca ninguna relación positiva con el PSC, mientras se dedican a asediara ERC. Esperan que de esta manera se mantendrá huérfano de propuestas sensatas y constructivas y los recibirán con los brazos abiertos cuando, como un hijo pródigo cualquiera, se decidan a "bajar de la montaña".


El calentón verbal forma parte de esta estrategia dura e inhumana que no repara en los destrozos que provoca, recuerda tanto al DVD de Madí que nadie duda de que sea de la misma factoría.


Pero quizás hará falta que recuerden que ni todo vale, ni todo sirve, para ganar

miércoles, 16 de julio de 2008

Fines de semana de julio = congreso



Tres fines de semana consecutivos este mes. Tres importantes fuerzas políticas catalanas celebran su congreso. Tres liturgias similares, con tres oficios diferentes. Tres opciones en busca de la centralidad política.
Abrió el baile un PPC revuelto y acalorado. No era para menos. Los militantes han visto cómo sólo en un año se alternaban tres presidentes al frente del partido en Cataluña. Tres presidentes para volver a una propuesta centrista, similar a la que representaba el primero de ellos, el dimitido (o cesado?) Josep Piqué, y después de que su imagen radicalizada los significara perder en toda España, por el resultado cogido en Cataluña. Está para ver, si han conseguido resolver su tráfico hacia el centro.
El segundo cónclave de fin de semana ha sido el de Convergencia. Buscando la centralidad se han centrado y concentrado en la soberanía. Han plantado su "pal de paller" alejado de la centralidad de la sociedad catalana.
Su apuesta por el derecho a decidir como proceso de construcción de una Cataluña libre y soberana, junto a la renuncia a la pedagogía en el resto de España, son la expresión de la radicalización soberanista de los sectores más nacionalistas, ante los cuales ha cedido Artur Mas, y que han alcanzado la cima del poder en el partido. Más que el "nucleo duro" parecen un cinturón sanitario.
Lo que se va conociendo, más allá de los resúmenes de prensa del partido, abunda en el sentido que estas cesiones escoran - todavía más - hacia el nacionalismo el mensaje que les permitía ostentar la representación de la mayoría de las personas que vivimos aquí.
Este fin de semana le toca el turno al PSC. Sus dos máximos oponentes políticos (uno a nivel estatal y el otro a nivel catalán) se lo han dejado bien. Pero con eso no hay lo suficiente. No se gana un espacio político sólo porque los otros lo dejen vacío, se necesita también definir una propuesta con la que los ciudadanos y ciudadanas se puedan sentir identificados y partícipes.
Por eso y con el objetivo de ocupar el centro de la escena política catalana, este congreso tiene que actualizar los principios tradicionales del socialismo en la sociedad del siglo XXI, y, al mismo tiempo, ofrecer respuestas concretas a los problemas que la sociedad tiene hoy junto con la oferta de equipos solventes, renovados o no, para materializárlas.
La opción y la dirección que tomará son previsibles. Esta característica, la previsibilidad, es uno de los mayores activos que tiene, hoy para hoy y tiene que ponerlo en valor. Sobre todo en unos momentos donde la indefinición, la volatilidad y a veces la insolvencia de las ofertas que se están haciendo tienen más a ver con el intento de resolver problemas internos (mediante "componendes") y no para dar respuesta a las nuevas desazones y necesidades de la gente.

viernes, 11 de julio de 2008

El Manifiesto


EL MANIFIESTO, aquél que escribió Karl Marx, empezaba diciendo: "Un fantasma recurre Europa, el fantasma del comunismo...".
Ahora, otro fantasma recurre a España - por ser precisos, más de un "fantasma" -, el fantasma del manifiesto de los uniformistas, disfrazados de unitaristas, que se autonombran intelectuales.
La primera cuestión que hay que preguntar, y responder, es si este avivamiento del tema lingüístico tiene algo a ver con el hecho de que Mariano Rajoy se esté intentando sacar de encima a los medios de comunicación que, hasta ahora, le han marcado el discurso y la agenda.
La respuesta no puede ser más que: ¡¡Lo tiene todo a ver, es la razón!!.
No puede ser - y no es - casualidad que aparezca justo en el momento en que los sectores aznaristas del PP, con Maria San Gil en funciones de Juana de Arco, están cuestionando que se deje de criminalizar en los nacionalistas democráticos y, incluso, se ose hablar de centrar el discurso.
Con los Zapalana, Acebes, Aguirre, Mayor Oreja y compañía fuera del puente de mando, a Rajoy le están aplicando el método del "acoso y derribo" utilizado por Aznar, Pedro J. i Losantos, en otros tiempos, contra los socialistas.
A saber, cada lunes filtración, para tener "el patio" movido toda la semana, y despues "levantada" de un tema que lo obligue a no llevar a cabo su objetivo de abandonar la derecha extrema y lo haga mantenerse "impasible el ademan".
Que la realidad no se ajuste a su titular, nunca fue un problema, ni con la guerra de Irak, ni con el atentado del 11-M.Tampoco ahora lo será!.
Ésta es la segunda cuestión, ¿el manifiesto responde a un problema real? No, ni mucho menos.
El castellano no está perseguido en ninguna parte de España. El castellano no está en retroceso ni en el uso, ni en el conocimiento. Las otras lenguas son tan españolas como el castellano, así pues no puede haber primacía legal de una sobre las otras. El esgrimido derecho de los padres a escoger, se tiene que contraponer con los derechos de los niños y las niñas a recibir una educación que les dé el máximo de oportunidades en la sociedad en la que vivirán. Dominar las dos lenguas oficiales y utilizadas - éste se el objetivo del proceso educativo primario - le dará más oportunidades, no le reducirá.
El manifiesto es un intento más de utilizar, por intereses particulares, - y muy poco nobles y respetables- el tema lingüístico creando un problema donde no existe.
¿Y si eso se así, que hacemos aquí haciéndoles el juego? ¿Por qué nuestros nacionalistas caseros se apuntan a este bombardeo? ¿Por qué son masoquistas y les gusta sentirse agredidos y ofendidos? No, porque les va bien.

La retroalimentación entre nacionalistas (españoles y catalanes) siempre les ha producido réditos políticos a corto plazo, aunque sea al precio de crear problemas entre las personas y los pueblos, a largo plazo.

Así pues, ni caso, ni en unos ni en los otros. ¡¡¡Y que dejen de hacer al fantasma!!!

miércoles, 2 de julio de 2008

A escena!!






El CIS ha establecido que la primera preocupación de la ciudadanía es la situación económica y el desempleo. Así pues, la discusión sobre la existencia, o no de crisis, es sobrera y ahora ocupa todo el escenario el cómo hacer frente a la realidad y a su percepción, que no siempre son coincidentes.
¡Es la hora de hablar de las soluciones, de que salgan a escena!
Negar la existencia de problemas, no sirve de nada. Crear alarma, mucho menos. Se necesita que la diagnosis sea ajustada, la respuesta proporcional y la ejecución concorde. Ni excesos brutales, ni omisiones: mesura y equilibrio.
Hoy, nuestra preocupante situación económica es el resultado de dos tipos de factores, unos externos y otros no.
Los primeros (crisis financiera o incremento de las materias primas) tienen una dimensión que supera el ámbito de actuación del gobierno español. Eso no sirve de excusa para la inactividad, sino que explica la dimensión de las medidas que se pueden emprender. Para atender los efectos sobre personas y empresas, se han articulado actuaciones paliativas, de carácter fiscal y financiero o sectorial. Eso está bien.
Ahora bien lo paliativo, aunque urgente y necesario, no puede impedir ver y hacer lo importante.
Estamos ante el enunciado agotamiento de un modelo de crecimiento basado en el "ladrillo" y el consumo interno. Retornar a una senda de crecimiento, esta vez más sana, requiere actuaciones a medio y largo plazo que profundicen en los cambios iniciados, en la anterior legislatura.
Actuaciones que no son actores secundarios de esta tragicomedia, sino protagonistas estelares del futuro.
Ayudar a personas y empresas a mejorar la forma y el contenido de la producción de bienes y servicios con más calidad y valor, a formarse a lo largo de toda su vida o dotarnos de las infraestructuras físicas (viales, ferroviarias, portuarias y aeroportuaries) de suministros básicos (agua o electricidad) o del conocimiento (parques o centros tecnológicos), aunque sus efectos se demoren en el tiempo, son acones que no nos puden ser obviadas.
Quizás no sean reclamadas por el gran público, pero éstas son las soluciones duraderas. El Gobierno las está haciendo salir a escena, aunque algunos estén obsesionados - o interesados - por la inmediatez, o aquello que es peor, por convencernos que sólo una parte de la sociedad, la más débil, tiene que pagar las soluciones con recortes sociales y pérdida de derechos.
El compromiso de atender a los más débiles, en esta situación económica, no es una afirmación gratuita. Precisamente es lo que diferencia a la izquierda de la derecha en el momento de abordar la salida durante las crisis económicas.