miércoles, 22 de julio de 2009

Neutralizándose



Los dos partidos nacionalistas que no han apoyado el acuerdo sobre financiación, PP y CiU, ya han anunciado que en el supuesto de que llegaran a lo que consideran “sus” gobiernos lo cambiaran.

Como “declaración-excusa” que busca dar satisfacción a su parroquia no está mal, pero no es creíble, pues juntos se neutralizan y por separado no suman.

Por mucho que Ramón Tremosa defienda que lo ideal para Catalunya es que cada uno de los partidos nacionalistas de derechas, el español y el catalán, ocupen “su” gobierno, ni eso sería suficiente para modificar lo que se ha pactado, ya que se neutralizan el uno al otro. Para que uno de ellos triunfara en su objetivo, el otro debería fracasar y claudicar, dado que sus posiciones son contrapuestas. ¿Cómo casarían la propuesta del PP de un supuesto exceso de rendimiento para Catalunya, con la pretensión de CiU de incrementarlo porque lo considera insuficiente?.

Si a ello le añadimos el hecho que “dejarlo como está” les sería más fácil que modificarlo, ya que no “iban a hacerse daño” si se necesitaran mutuamente para gobernar, todavía prolonga más la exceptiva de la sostenibilidad temporal del acuerdo y hace menos creíble su proclama reformadora.

Pero además es que mientras los socialistas estén en el gobierno, aquí y/o allí, no hay combinatoria política que haga entrever un cambio. Eso hace de su presencia en los gobiernos español y catalán, una garantía adicional de estabilidad del acuerdo que ahora han alcanzado.

¡Mal negocio para CiU! Aparecer como el impulsor del cambio de modelo de financiación le aleja del 50% de sus votantes que están de acuerdo con él y tampoco le permite ser la representación del 19’5% de los catalanes que se opone, porque en ese bloque están también aquellas personas que lo hacen en base a planteamientos opuestos a los suyos.

Ahora bien, como siempre el mayor garante de su continuidad será la ciudadanía, que no está dispuesta a que alegremente se lance por la borda el ingente esfuerzo de equilibrio generado y se reabran tensiones y confrontaciones territoriales, que además tiene un dudoso rendimiento, a la vista, y castigará electoralmente a quien vaya en contra de ese criterio.
Puestas así las cosas, desde el punto de vista político, se puede aventurar que tenemos modelo de financiación para años.

Un modelo que al prever procesos de actualización y revisión en función de de cómo cambie la realidad territorial posee, a diferencia del anterior, mecanismos para no esclerotizarse.

La cesión que hizo de CiU a la obsesión de Aznar para “cerrar definitivamente el proceso autonómico” ha sido uno de los factores que han hecho más injusto e inequitativo el sistema anterior, porque no permitía ni actualizar la población.

Pero además, este es un sistema más justo y equitativo donde – como no puede ser de otra manera - las personas que más tiene, pagan más, pero sus gobiernos autonómicos reciben lo mismo por persona que los otros para gestionarle los servicios relacionados con sus derechos básicos (salud, educación, protección social). Así se construye una solidaridad inteligente y sostenible.

Si no parece posible cambiarlo, porque ni política ni socialmente hay apoyos suficientes, para los representantes del nacionalismo de derechas español y catalán solo caben dos opciones:
· aprovechar el proceso de aprobación de la ley orgánica para sumarse al modelo de financiación autonómica acordado, y ayudar a su consolidación.
· o, si eso no se puede o se quiere hacer, proponer un nuevo sistema que pueda ser asumido en toda España, incluida – como es lógico – Catalunya.

Lo tienen complicado. No pueden volver atrás porque el sistema que se ha acordado es más justo y equitativo que el que firmaron juntos antaño y para ser creíbles en su voluntad de cambio deberían hacer una nueva propuesta de financiación realizable y asumible por ambos, pero eso ni está, ni se la espera. Mientras eso no se produzca, continuaran neutralizándose mutuamente.

Por último y por el bien de todos, esperemos que para salir de ese callejón, en el que ellos solos se han situado, no se les ocurra la peregrina idea de reactivar las tensiones territoriales a través de los argumentos de sus proclamas anti-acuerdo.

No hay comentarios: