Tres son los giros que está protagonizando Artur Mas: el independentista, el euroescéptico y el de la derechización social.
Con la entronización de Ramón Tremosa y la defenestración de Guardans, como candidato a las elecciones europeas, Artur Mas ha hecho visible su giro hacia el soberanismo político y el abandono de la moderación en las posiciones nacionalistas que el Presidente Jordi Pujol consiguió transformar en seña de identidad de CDC.
El retorno del hijo prodigo, que dejó la casa convergente discrepando de la política de pactos con los gobiernos de España y que rechaza el Estatuto, es presentado como el ejemplo a seguir. ¿Como siempre aquéllos que no dejaron la casa del padre y continuaron trabajando para ella ven, cómo después de malbaratarla, vuelve para intentar participar del reparto de la herencia, o para "patearse" lo que queda?
Sin tanta metáfora bíblica, podemos preguntarnos: ¿cómo quedan y cómo se sienten todos aquéllos que han defendido y dado apoyo con su voto a la estrategia seguida por la coalición nacionalista, hasta ahora? Pues,…. desautorizados.
El grupo dirigente que encabeza Mas vive tan acomplejado, delante de los independentistas de izquierda (ERC), y tan obsesionado con recuperar esta parcelita política que radicalizan sus posturas para conseguirla.
Por eso que se "olvidaran" de explicar la anterior militancia del nuevo candidato, no fue casual, como tampoco lo es el hecho que Angel Colom, uno de los pilares de la Casa Grande y reclamo para independentistas, también sea de CDC. Es la típica abertura Madíatica hacia la sociedad.
Abandonar Europa como proyecto e instrumentalizar la en una pelea doméstica, es otro giro inédito en CDC, el segundo que encabeza Mas. La importancia y el apoyo a la construcción europea y la falta de un referente político, (a diferencia de UDC), siempre hicieron que Europa fuera vista con respeto y como un modelo socioeconómico y de libertades donde desarrollar su proyecto nacional. Sustituir este mensaje por el desconocimiento y desprecio que transmite el candidato Tremosa es otro giro hacia la nada.
El tercer giro de Artur Mas, quizás de lo que menos se habla, es su giro social hacia la derecha. También en eso se radicaliza. Deja de lado las "terceras vías" socialdemócratas para abrazarse al liberalismo más descarnado de los Sala Martí y otros yuppies. En este giro hacia la derecha económica y social es don beben las recetas que hace unos días explicaba Oriol Pujol: trabajar más horas -¿hasta las 65?- y cobrar menos -rebajando convenios ya firmados- o bajar las cuotas empresariales a la Seguridad Social aunque se la desequilibre y no mejorar protecciones sociales.
Con sus tres giros, independentistas, euroescépticos y de derechización social, Mas desorienta a todo el mundo. ¡Incluso en los suyos!
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