miércoles, 2 de enero de 2008

Caer en la tentación


Duran Lleida ha pecado de nuevo. Ha caído en la tentación, otra vez.

Una vez más, cuando se acercan unas elecciones, peca y saca el tema de la inmigración en Cataluña. La última vez lo hizo durante la precampaña de las autonómicas. Como ahora, lo intentó pero tuvo que rectificar y guardar el tema.

Ahora con su vídeo, como entonces con sus declaraciones, se ha vuelto a equivocar. Ha conseguido tener que decir aquello que escuchamos muchas veces: "Yo (mi vídeo) no soy xenófobo o racista, pero..." se ponen la venda que, antes de la herida, porque saben que están haciendo una afirmación, o un vídeo, xenófoba o racista.

No se trata de alegar que no se quiere ser políticamente correcto para que eso sólo sirve para esconder los problemas y así justificar todas las incorrecciones políticas que se quieran. Que un tema, sea de interés para la gente, no justifica la demagogia a la hora de tratarlo. En este tema, las afirmaciones que no son claras o se pueden mal interpretar, sobran. Por eso, organizaciones como SOS Racismo le han pedido que retire este vídeo.

Vídeo con el que, todo sea dicho, busca asustarnos, cuando vamos al cine, ofreciendo una imagen de Cataluña desde la desesperanza y el cabreo de aquéllos que consideran que la ciudadanía se equivocó cuando los echó de las instituciones.

Con él, CiU y Duran, no pretenden aparecer centrados, sino quitarle votos al Partit Popular Catalunya, por eso los imitan. Los populares ya hicieron el suyo, durante las municipales, por eso son los únicos que les han dado apoyo.

No ganan nada y, además, pierden credibilidad. ¡Tienen una mala pieza en el telar!

Si, de veras, buscara abordar la inmigración tendría que imitar en la suya correligionario Joan Rigol. Mientras fue Presidente del Parlamento, promovió una ponencia para debatir y establecer conclusiones, fuera del debate electoral. Pero ni ésta es su voluntad, ni pretende imitar a quien echó de los lugares de responsabilidad de UDC, porque representaba la mejor tradición demócrata cristiana del partido, que él quería controlar.

Duran Lleida sabe perfectamente que, su catastrofista vídeo, eleva a categoría una anécdota. Que un padre magrebí pretendiera que su hija de siete años no hiciera gimnasia, porque tenía que lucir pantalones cortos, no es ni la norma, ni el problema. Además, esconde deliberadamente la solución dada a esta situación. Como no podía ser de otra manera, fue la de anteponer el derecho de la niña, a disfrutar de un desarrollo corporal correcto, a las creencias del padre. Y la niña hizo gimnasia como las otras.

Anteponer los derechos de los niños a los de los padres se un método que ayuda a resolver siempre los contenciosos en el ámbito de la educación, ya sean por creencias religiosas, lingüísticas o pedagógicas.

Duran Lleida ha caído en la tentación de manosear demagógicamente el tema de la inmigración con fines electorales. Lo mejor que podría hacer es rectificar.

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