martes, 18 de enero de 2011

Buscando enemigos exteriores



"Si ellas (las comunidades autónomas) no lo hacen (controlar el gasto público), el gobierno actuará". Esta podría ser la traducción de las declaraciones al Financial Times de Zapatero: "If they 't, the government will act".

Aplicando la máxima de "Traductor, traditore", en la Vanguardia Enric Juliana - presentando como una información en la versión papel y como un artículo de opinión en la digital - ha traducido "will act" (actuará) para intervendrá. Que no es el mismo, ¡ni mucho menos!

Y sobre esta palabra intervendrá "ha construido su iglesia", su dogma. Sofisma tras sofisma ha ido saltando argumentalmente hasta equiparar esta declaración con un supuesto intento de los socialistas para repetir la LOAPA del 82 y de recentralizar el Estado autonómico, pretendiendo subsumirlos en el mismo saco que a los populares.

No es algo nuevo, de hecho desde el viernes pasado después de las declaraciones de Aznar apostando por la regresión autonómica, se ha producido un intento de presentar como coincidentes a las dos formaciones políticas de ámbito estatal, y ello a pesar de todas las declaraciones de los dirigentes socialistas, incluidas las de su secretario de organización, Marcelino Iglesias, criticando esas propuestas.

Nada les importa. Al fin y cabo se trata de que "no dejes nunca que la realidad te estropee una buena noticia" como dicen los malos periodistas.

De forma acrítica, pero interesada, algunas fuerzas catalanas "compraron la idea" para a continuación hacer un llamamiento "a rebato" para combatir el ataque del centralista enemigo exterior. CiU, ERC e ICV siguiendo esa estela periodística entraron rápidamente en competición sobre quien defendería más a Cataluña, ante ese nuevo y imaginario peligro.

Lo que afirmaba Zapatero en esta entrevista es que actuará, si y sólo si, alguna comunidad sobrepasara el nivel de déficit acordado (que no impuesto), entre todas, en la Comisión de Política Fiscal y Financiera. Un acuerdo que tiene como objetivo lograr el cumplimiento global de los criterios comprometidos con la zona euro repartiendo los esfuerzos presupuestarios de forma proporcional y equitativa entre el conjunto de las administraciones públicas.

El cómo lo haga cada comunidad autónoma para ajustarse a estos parámetros lo decidirá ella misma, de hecho, esto es el ejercicio del autogobierno, ¿no?

Pero, y si alguien no asume su parte alícuota de sacrificio para salir de la crisis y con ello perjudicara a los que si se esfuerzan? ¿No es lógico que actúe para evitar el gobierno que constitucionalmente tiene las competencias?

Evidentemente, sí.

Aunque parecía que el PSC con la orientación que se desprendía de las declaraciones de Zaragoza, conseguiría desmarcarse de esta falsa polémica, no ha sido así. Y en eso están todos enfrascados estos días.

Otra vez el debate se ha descentrado, y se está polemizando sobre una hipotética voluntad del gobierno central de laminar las competencias autonómicas, en lugar de situarlo sobre en los tres objetivos a los que se debe dar respuesta desde Cataluña.

Lo más sensato sería que nos centraran en cómo dar cobertura social a las consecuencias de la crisis económica; el favorecimiento de la actividad económica creadora de empleo; y la política fiscal y presupuestaria para reducir el déficit público, mediante el incremento de los ingresos, la disminución de los gastos y el control del gasto.

Y no caer en la trampa de debatir de cosas y formas que la gente ni entiende, ni les preocupa.

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