miércoles, 28 de octubre de 2009

Distinto signo


Todos los datos que nos ha ofrecido la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de este año, tienen un signo diferente en Catalunya y en España.

El paro baja en España y sube en Catalunya, aunque también sube el empleo en nuestro país, mientras baja en el resto de España. Esta evolución divergente también se ve reflejada en el número de número de personas en edad de trabajar: crece en España, y aquí baja, por el contrario decrecen los que trabajan o quieren trabajar, en el conjunto de España, mientras aquí se incrementan.

A ver si poniendo números se entiende mejor!

Lo que ha sucedido estos tres meses en Catalunya es que a pesar de haber menos gente en edad de trabajar (- 8.300), hay más personas haciéndolo o con ganas de hacerlo (14.900) y como sólo se han creado 9.600 puestos de trabajo más, hay 5.300 personas más desempleadas. Y en el resto de España sucede todo lo contrario.

Desde una visión simplista, podríamos preguntarnos: así pues, ¿quién va bien? ¿A quién le baja el paro o a quien le sube el empleo? Sería una equivocación. Las cosas suelen ser un poco más complejas.

El paro es la diferencia que hay entre las personas que trabajan o buscan trabajo, y las que efectivamente consiguen hacerlo. Para solucionarlo hay dos caminos: uno positivo y otro que no lo es tanto.

El camino positivo para resolver el paro es más empleo, y preferentemente mejor empleo para que tenga más perdurabilidad económica y social. Por la otra vía el paro también se reduzca, pero no resulta tan positivo, ya que es el fruto de la pérdida de población en edad de trabajar, ya sea por envejecimiento o emigración, o por el desánimo laboral que hace que algunas personas se retiren de la búsqueda de trabajo.

Ahora bien, las proporciones son importantes, ya que puede suceder - como este trimestre en Cataluña - que se cree empleo neto, pero en una cantidad insuficiente para absorber el incremento de personas con ganas de trabajar.

Una actitud rigurosa, y a la vez positiva, obliga a no quedarse en la epidermis de los grandes números o de la coyuntura. Hay que bajar un poco más al detalle y tener una perspectiva a medio plazo.

Es una buena noticia que este sea el primer trimestre, de los últimos 5, en que se haya creado empleo y más si tenemos presente que hace un año habíamos perdido 54.400 empleos en un solo trimestre. Ahora bien, esto no nos puede hacer olvidar que en estos 15 meses hemos acumulado una pérdida de 296.000 empleos, de las cuales casi la mitad han sido a la industria y que este trimestre en la industria y la construcción se han seguido perdiendo puestos de trabajo y que sólo se han ganado en el sector servicios, en gran medida por el componente estacional que conlleva el verano

Así pues, no es alegrarnos de que vamos mejor que otros, ni preocupándonos en observar sólo la parte negativa de la situación o, por el contrario, sobrevalorando lo que de positivo tiene que haya más personas trabajando, como haremos frente a las raíces del problema.

Es aprovechando y confiando en nuestras propias capacidades y potencialidades y resolviendo nuestras carencias, como crearemos el empleo de más calidad y valor que necesitamos para acabar venciendo paro.
Este será, sin duda, un camino donde después de pequeños repuntes positivos, como este, pueden venir trimestres con datos negativos. Se trata de no desfallecer en el esfuerzo. El objetivo es conseguir que el crecimiento de la economía además de tener signo positivo, lo tenga en un grado que permita crear empleo en cantidad suficiente para reducir el desempleo de forma positiva y que este crecimiento sea sostenido y sostenible.

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