miércoles, 4 de junio de 2008

Necesaria, no urgente



Se acabó la situación de emergencia hídrica. Con el agua que hay en los pantanos, fruto de las lluvias, es posible llegar sin restricciones hasta que funcione la dessalanitzadora del Prat. Ya no hace falta el agua del Ebro.

Ahora bien, llevar agua del Ebro no es lo mismo que hacer la cañería que conecte hídricamente Tarragona y Barcelona.

La cañería se tiene que hacer. La necesidad continúa existiendo, aunque haya desaparecido la urgencia.

Un país moderno necesita tener las infraestructuras que lo hagan menos dependiente de factores como la climatología, que no controla. Además alguien entendería que Tarragona no pudiera recibir agua de las dessalinitzadoras, si la necesita?. Por eso, se tiene que hacer la cañería, sin prisa pero sin pausa, porque completará la red de distribución de agua en alta que necesitamos y que con el aporte del agua desalinizada, es la solución a los problemas hídricos de Cataluña.

Encara así, poder obtener agua del mar o equilibrar los recursos entre cuencas, para evitar paradojas como ver inundaciones al lado de sequías, no lo es todo. En ningún caso nos exime ni del ahorro y la racionalidad en el uso del agua, ni de la reutilización, ni de las otras actuaciones que se han hecho y tienen que continuar haciéndose, ya sea coyunturales o estructurales.

¿Que nos que queda ahora? El trabajo o el alboroto político. Con el primero, se adelanta y se resuelven los problemas. En el segundo se apuntarán aquéllos que no quisieron mojarse, dando apoyo a las medidas de emergencia.

Entre la histérica prisa de aquéllos, que como a CiU no hicieron la interconexión en 23 años, ni apoyaron su construcción cuando parecía urgente, y la negación u ocultación de su necesidad, con vacilaciones dilatorias, está el "vísteme poco a poco, que tengo prisa", que reitera y práctica el Presidente Montilla.

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