miércoles, 25 de febrero de 2009

Penélope


Como Penélope. Artur Mas actúa como Penélope.

No como nuestra Penélope, la española de Alcobendas, que gana uno merecido Oscar por su capacidad y trabajo artístico y además pasea internacionalmente la imagen y el nombre de Barcelona, ni como la Penélope de Joan Manuel Serrat que se sentaba en la estación a esperar un amor de juventud, sino que actúa como Penélope, la mitológica y griega de Ítaca mujer de Ulises, que cada noche destejía, lo que había tejido durante el día, para no comprometerse.

En menos de una semana hemos visto cómo Artur Mas tejía y destejía su colaboración con el Govern de Catalunya para afrontar la crisis económica y sus efectos sobre aquellos que conformamos este país.

Qué si no es declarar, sabiendo que no es aceptable para la sociedad catalana y para desconcierto de propios y extraños, que su solución a la crisis pasa por abaratar el despido, congelar los salarios, junto a un sorprendente planteamiento de "puentear el sistema financiero". Eso sí, con una concepción muy particular de lo que es hacerle el puente a la sistema financiero, pues ni supone volver a un sistema de trueques, ni hacer una banca pública paralela, sino el “puenteo” resultante de bajar las cuotas de la Seguridad Social, posponer el pago de los impuestos y compartir los riesgos de la banca, es decir, compartir las pérdidas, si las hay.

Igual que el Quijote confundió molinos con gigantes, Artur Mas, como Penélope, confunde quién le ofrecen un compromiso sincero e ir juntos a favor de la gente con aquéllos que buscan quedarse con "su reino", quizás sus obsesiones y preocupaciones no le permiten entender que saldría ganando, si se compromete.

Por eso, pocas horas después aceptar el ofrecimiento del Presidente Montilla para cooperar y coordinarse en la búsqueda de soluciones a los problemas de las personas, tal como éste ya hace con los agentes sociales, al ordenar y priorizar las 25 acciones del Acuerdo Estratégico que más se necesitan, se sintió en la obligación de destejerlo todo y durante un acto electoral del PNB, se dedicó a despotricar y descalificar radicalmente a quien le havbia extendido la mano y todo lo que se hace en Cataluña.

El problema de Artur Mas es que, a diferencia de Penélope, al pueblo de su Ítaca (Catalunya) le conviene que teja alianzas, que se comprometa y colabore en las soluciones a la crisis, no que las desteja y que quiera significarse haciendo propuestas gastadas y socialmente regresivas.

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