martes, 16 de septiembre de 2008

Churras y merinas


No es bueno confundir churras con merinas. Y en política mucho menos.
Por eso resulta tan incomprensible que alguien pueda mezclar y confrontar, como hace Mariano Rajoy, a los perceptores por desempleo y a los que van a Francia a vendimiar.
Unos, los primeros, son 180.000 personas no nacidas en España que han cotizado a la Seguridad Social, porque tienen (todavía lo tienen) un permiso de residencia y un contrato de trabajo, ambos perfectamente en regla, y como ahora han perdido el trabajo, por causas ajenas a su voluntad, tienen derecho a recibir la prestación por desempleo.
Los otros son 20.000 personas andaluzas que en su mayoría y como años anteriores, incluso éstos de bonanza económica global, salen a vendimiar a Francia. Entre otras razones porque les sale más a cuenta la relación entre el trabajo y el salario que reciben allí en este periodo, que si lo hicieran aquí.
La situación de unos y de otros no tiene nada a ver. Tampoco tiene nada que ver con tiempos anteriores cuando los españoles tenían que emigrar al extranjero porque no tenían posibilidades de tener trabajo aquí. ¡Eso si qué se mezclar churras con merinas !.
¿De verdad no se da cuenta de lo que está haciendo y diciendo? Al confrontar ambas situaciones, que no están relacionadas, favorece el discurso xenófobo de los que sostienen que los inmigrantes le sacan el trabajo en los autóctonos. Por eso ahora intenta retirarse de la parte más "aparatosa", pero manteniendo aquello que es fundamental
¿Está proponiendo el Sr. Rajoy que sean los extranjeros desempleados perceptores de las prestaciones del desempleo los que se vayan a hacer la vendimia a Francia? ¿Reducir la movilidad laboral dentro de la Unión Europea? ¿Desprestigiar a los agricultores españoles porque ofrecen condiciones salariales menos atractivas que la de los viticultores franceses?.
No, nada de todo eso, lo que hace liarlo todo, para dar algún apoyo a la suya tesis fundamental.
El PP necesita hacer creer que la situación actual es como las crisis anteriores que hemos vivido, para crear miedo, y así poder legitimar todo aquello que propone y no que es más que un ajuste duro que recaiga en los sector sociales más débiles.
¡Da igual! si aquéllas crisis fueron fruto del aislacionismo en lo que nos situó el franquismo, o de un modelo industrial caduco, o de las tormentas monetarias. Nada de todo eso interesa.
Sólo una idea sobresale de este mensaje, hacer creer a todo el mundo que la situación actual es similar a aquéllas que, incluso, obligaron a emigrar a tanta gente.
Si para conseguir eso, se tienen que confundir churras con merinas, da igual. Pues no, Sr. Rajoy!

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